6 consejos para el posoperatorio de la rinoplastia
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Una de las cirugías estéticas más solicitadas por hombres y mujeres es la rinoplastia. Si bien en la mayoría de los casos se realiza en pacientes que quieren mejorar la armonía de su rostro, también hay ocasiones en las que se hace para corregir un problema respiratorio, pólipos o el tabique desviado, entre otros.
Lo cierto es que la rinoplastia es una cirugía que no tiene mayores complicaciones, aunque también requiere de un proceso de recuperación posoperatorio con una serie de pasos a seguir para que los resultados sean los esperados. Esta zona es muy delicada y es normal que aparezcan algunas molestias durante varias semanas.
Entre otras cosas, es normal que los días siguientes a la cirugía se dé algún sangrado y se hinche la zona o aparezcan hematomas en el área cercana a la nariz, alrededor de los ojos. No hay que preocuparse porque, al cabo de tres o cuatro días, desaparecen.
También es habitual que el paciente sienta adormecida la zona y cierta rigidez o tensión en la punta de la nariz, o rugosidad al costado o en la parte superior de la nariz.
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Te dejamos algunos consejos para que tu recuperación sea rápida y puedas retomar tu rutina lo antes posible.
La dieta es importante
Después de la cirugía podés sentir náuseas o tener incluso vómitos. Esto es normal durante las veinticuatro horas posteriores al paso por el quirófano y se debe al uso de la anestesia. Para evitarlo o controlarlo, es recomendable que hagas una dieta líquida el primer día: sopa, puré, infusiones. Después podés incorporar de a poco otros alimentos sólidos que no resulten pesados para el estómago.
Cuando tomes los analgésicos es importante que comas algo y evites tener el estómago vacío, para evitar precisamente las náuseas.
Hacé reposo
Sabemos que la rinoplastia no es una operación compleja, pero el reposo es necesario. Durante las primeras veinticuatro horas es mejor que te quedes en cama, y los quince días posteriores a la operación tratá de no hacer demasiada actividad física.
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No te toques la nariz
Los doctores recomiendan no sonarse la nariz después de la operación. Esperá al menos dos semanas para evitar que se produzca una hemorragia. También tratá de no gesticular demasiado con la cara, de no reír o llorar y de evitar los resfriados, porque el estornudo afecta la musculatura de la nariz. Si vas a estornudar y es inevitable, hacelo con la boca abierta.
Es normal que después de la operación te congestiones. Podés usar un espray nasal descongestionante recetado o indicado por el especialista. Si notas alguna molestia, como sequedad, picazón o estornudos, consultá con tu médico.
Los lavados nasales
Para limpiar la nariz es aconsejable que uses agua de mar; así reducís la sensación de picazón y lográs que la herida se cure mejor por dentro. Es bueno mantener las fosas nasales hidratadas.
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También es bueno tomar mucha agua para evitar la sequedad bucal. Como vas a tener que usar tapones durante un tiempito, es normal que, al respirar por la boca, sientas que se te seca.
Para hidratar la nariz y la boca podés usar un humidificador, especialmente a la noche. Ponele sustancias descongestionantes como mentol o eucalipto.
Seguí las instrucciones del médico
No te automediques. Consultá siempre con tu cirujano qué podés y qué no podés tomar. Si tenés alguna patología preexistente, consultá antes de la operación.
Y acudí siempre a la consulta si notás efectos que te parecen que no son normales. Por ejemplo, si tenés fiebre de más de 37,5 grados o notás que salen secreciones acuosas y claras de la nariz. No tomes antibióticos antes de preguntarle al doctor.
Después de una operación es normal que el paciente experimente cierta depresión por cómo se ve (todo hinchado) o ansiedad por ver los resultados. Mantené la calma; lo importante es que esperes. Con el paso de los días se van viendo los resultados. Quizás tengas que esperar un par de meses para ver los definitivos.
Si el posoperatorio es bueno, la recuperación también lo será
En definitiva, si querés recuperarte rápido, es importante que sigas los consejos del médico al pie de la letra. Tené paciencia y retomá de a poco tu vida normal. Lo habitual es que, entre cuatro y seis semanas después de la operación, estés totalmente recuperado. Usá protector solar durante al menos tres meses y si tenés alguna duda, como siempre decimos, consúltala con tu médico de cabecera. Está para ayudarte.
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