La otoplastia es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo reubicar o reposicionar las orejas para corregir problemas como las orejas en asa o prominentes, o para achicar las orejas grandes. Es una de las operaciones más demandadas por los pacientes para mejorar su autoestima. Incluso puede realizarse a temprana edad, a partir de los 5 años que es cuando finaliza el crecimiento de las orejas.
El Dr. José Luis Moretti afirma que las orejas despegadas o prominentes son consecuencia de un defecto anatómico congénito. La anomalía se localiza en el cartílago auricular, bien porque no está bien replegado (falta de antihelix) produciendo las llamadas orejas en asa o porque es demasiado grande (hay exceso de cartílago) denominadas orejas en copa. Muchas veces ambos defectos están combinados.
Según el Dr. Adrián Tula Rizo, la otoplastia o auriculoplastia se puede realizar en niños mayores y adultos con anestesia local más sedación y en niños menores hasta los 10 años es aconsejable la anestesia general.
La técnica quirúrgica es diferente según el caso a tratar en particular. Siempre se busca obtener un resultado estético y natural siendo lo menos invasivo posible para que el paciente pueda retomar sus actividades lo antes posible. La técnica más común consiste en realizar una incisión atrás de la oreja para modelar el cartílago y pegar la oreja a la cabeza manteniendo el aspecto y los pliegues normales. En algunos casos se puede retirar una parte del cartílago. La cicatriz queda escondida atrás de la oreja.
Para el Dr. Alejandro Eichemberger el termino Otoplastia se refiere al tratamiento quirúrgico o no, que produce un cambio en la oreja, ya sea en su tercio superior, medio o inferior. Para ello existen diferentes técnicas, las cuáles están destinadas a modificar algún aspecto que a la persona no le guste de las suyas, ya sea de tamaño, de forma o de simetría. Tanto en uno como en otro tipo de corrección, las cicatrices resultantes de dichos procedimientos son mínimamente visibles y se localizan en lugares que pueden ser ocultas o disimuladas generalmente en la cara posterior del pabellón auricular.
Cabe recalcar, que el lóbulo es una estructura importante en la conformación general y armonía de la oreja, es una expansión dermoepidérmica, que carece de esqueleto cartilaginoso, el cual muchas veces necesita tratamiento quirúrgico para corregir su posición, forma, tamaño, o en ciertos casos su reconstrucción. El paso del tiempo también va dejando su impronta en el lóbulo y hoy contamos con diferentes procedimientos tanto quirúrgicos como no quirúrgicos que "rejuvenecen visualmente" esta estructura.
Las orejas alcanzan su tamaño definitivo a los 6 o 7 años de edad. A partir de esta edad el defecto puede corregirse dado que su forma y tamaño no variarán. Según el Dr. Adrián Tula Rizo, la otoplastia o auriculoplastia se puede realizar en niños mayores y adultos con anestesia local más sedación y en niños menores hasta los 10 años es aconsejable la anestesia general.
Muchos pacientes manifiestan cierta incomodidad con los resultados obtenidos. Hay que tener en cuenta que siempre será una mejoría pero no la perfección absoluta. Por eso es fundamental comentar con el cirujano plástico cuáles con las expectativas y qué resultados se esperan obtener para ver si son realizables o no.
En la primera consulta, se hace un diagnóstico y evaluación del paciente para recomendar luego la práctica quirúrgica y la técnica más adecuada. En esta primera consulta o en una segunda se darán también pautas para que el paciente se prepare para la cirugía.
Como en cualquier cirugía estética, es importante elegir a un cirujano plástico certificado por la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER). Se recomienda visitar la clínica, hospital o sanatorio donde se realizará el procedimiento y consultar si se encuentra habilitada por el Ministerio de Salud de la Nación y por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica). En Argentina es importante que los doctores tengan estudios en medicina general y una especialización en Cirugía. Con esta base, después se acreditará como Cirujano Plástico, Estético y Reconstructivo. Si bien no es requisito obligatorio ser miembro de la SACPER, esta institución acredita una sólida formación y garantiza que el cirujano tiene las certificaciones necesarias para ejercer su práctica.
Una herramienta útil para llevar a cabo una buena elección es seguir las pautas escritas por la ISAPS, International Society of Aesthetic Plastic Surgery:
Recuerda revisar muy bien e investigar el lugar en el que deseas hacerte la cirugía, mira con detalle los precios que se ofrecen y no te fíes por completo de aquellos demasiado llamativos.
La operación se realiza con una incisión en la parte posterior de la oreja, quedando totalmente oculta. A través de la misma se repliega y/o se reseca el cartílago auricular para dar la forma deseada. La sutura de la piel es intradérmica y se retira a partir de la semana.
El paciente sale de la consulta con una cinta elástica a modo de vendaje, que se retira entre las 24-48 horas. Los primeros días las orejas están amoratadas y edematosas, desapareciendo estos signos aproximadamente después de una semana. El paciente deberá dormir durante las dos primeras semanas con la cinta para evitar que la oreja se pliegue mal y se suelten los puntos internos.
Las orejas estarán más sensibles a los cambios de temperatura durante los dos primeros meses, pueden ponerse más rojas y calientes. Hay que evitar el sol y ponerse anteojos muy pesados hasta que la sensibilidad sea normal, esto ocurre generalmente entre el primero y segundo mes.
El objetivo de la cirugía es plegar la oreja a su posición anatómica (la separación normal es de 20 a 30º aproximadamente), lo que se puede lograr con diferentes técnicas como debilitamiento del cartílago, puntos de sutura o resección del cartílago:
Debilitamiento del cartílago. Se trata de raspar el cartílago para quitarle "la memoria" (que no vuelva a desplegarse cuando uno lo suelta), generalmente se acompaña de puntos de sutura provisorios externos para fijar al cartílago en la posición deseada hasta que se adhieren por medio de la cicatrización. Como ventaja es que se hace por incisiones mínimas pero tiene como desventaja que es dificil lograr un debilitamiento parejo y predecible, lo que en ocasiones lleva a asimetrías.
Puntos de fijación con sutura. El cartílago se mantiene plegado con puntos de sutura permanentes internos que se realizan a través de un abordaje por detrás de la oreja. Su ventaja es que permiten lograr resultados predecibles y buena simetría. La desventaja es que si bien la cicatrización con el tiempo fija a el cartílago en su nuevo lugar, depende en gran parte de los puntos para mantener la forma lograda y podría suceder que el desgaste del hilo o un traumatismo importante suelte uno o más puntos volviendo a desplegar la oreja. Puede acompañarse con resección de cartílago cuando este es muy voluminoso y dificulta el plegamiento (sobre todo a nivel de la concha auricular).
Hoy en día se suele utilizar una combinación de estas técnicas para obtener las ventajas de cada una. Por ejemplo, al debilitar el cartílago y fijarlo con puntos internos permanentes se logran los resultados predecibles y simétricos de los puntos y con mínimas chances de retorno del problema gracias al debilitamiento del cartílago aún en el caso de puntos que se sueltan por traumatismos. En el caso de la foto se realizó tratamiento del antihelix y la concha auricular combinando debilitamiento del cartílago y puntos de sutura.
De todas maneras es importante un buen diagnóstico de los puntos a resolver en cada paciente en particular, porque siempre hay diferencias que requieren adaptar las técnicas a cada caso y utilizar un enfoque personalizado. Para poder realizar otoplastias con resultados predecibles hay que saber indicar a cada paciente la técnica más adecuada para su caso concreto. Cada paciente debe ser estudiado individualmente antes de elegir una técnica u otra.
En esta nota podés leer más información sobre las técnicas de la otoplastia.
Earfold
El Earfold es una especie de clic de titanio que se ancla en el polo superior de la oreja hacia la cabeza. Se coloca como un implante y consigue dar forma al hélix, es decir, corrige lo conocido como “soplillo” o las orejas prominentes. Como en el caso de la otoplastia, para colocar el Earfold se requiere de anestesia local y se puede realizar en la consulta, en unos 25-30 minutos.
Mientras que la otoplastia permite modificar la forma y tamaño de cualquier parte de la oreja, en el caso del earfold solo se puede recrear un antehelix aplanado (pegar el polo superior de la oreja hacia atrás), es decir que solo corrigen la deformidad que se deriva de que el polo superior de la oreja esté despegado.
El earfold proporciona una cicatriz anterior (en la cara frontal de la oreja) porque la herida se hace a nivel de la escafa, entre el hélix y el antihelix pero por cara visible. Con respecto a los resultados, son permanentes y además reversibles porque se pueden retirar si el paciente así lo desea.
Otoplastia con hilos tensores
Una de las técnicas que mejores resultados ofrece a la hora de hacer una intervención estética de las orejas es la otoplastia con hilos tensores. A diferencia de la otoplastia tradicional, esta técnica no implica la realización de grandes incisiones en la oreja, sino que se realiza mediante microincisiones que no requieren sutura. La principal ventaja de esta técnica es su simplicidad y que no deja ningún tipo de cicatriz, como ocurre con el resto de métodos.
El proceso de intervención dura muy poco: entre 20 y 30 minutos por cada una de las orejas. Durante este proceso, el paciente es totalmente consciente, ya que solo se emplea anestesia local. Simplemente se realiza una incisión por detrás de la oreja, que es por dónde se introducen los hilos tensores con la ayuda de una aguja. Una vez introducidas las suturas, se extrae la aguja por la zona de la incisión y esta se cierra con un par de puntos de sutura.
Según el Dr. Adrián Tula RIzo, en la mayoría de los casos, queda una cicatriz mínima, oculta en el nuevo pliegue formado en el lado posterior de la oreja.
Sin embargo, la cicatriz final de cualquier procedimiento depende de una prolija incisión y sutura por parte del cirujano y en mayor medida de la cicatrización de cada paciente, así como del cumplimiento de los cuidados post-operatorios.
La recuperación suele ser rápida y el posoperatorio se tolera muy bien. En la mayoría de los casos, los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas después de una semana.
En general es una cirugía ambulatoria y el paciente se va a su hogar el mismo día, con un vendaje especial o una vincha de tela. Los cuales deberán usar por 15 días permanentemente y luego un tiempo más sólo por las noches al dormir.
Los riesgos o complicaciones de la cirugía de orejas son los de cualquier otra intervención quirúrgica. Puede aparecer dolor en el pabellón auricular que serán tratados con analgésicos comunes, también equimosis o moretones y cierta pérdida de la sensibilidad en las orejas que luego se recupera.
Las complicaciones referentes a la cirugía de las orejas no son frecuentes, salvando las propias del acto quirúrgico-anestésicos. Las referidas en la literatura de la especialidad son:
Recomendaciones e instrucciones post operatorias
La nueva forma de las orejas, antes despegadas, se distingue en los primeros momentos al retirar el vendaje, el resultado final se adquiere a los 6 meses cuando se retira por completo la inflamación. Los beneficios psicológicos suelen ser inmediatos mejorando la autoestima y las relaciones sociales de la persona.
Es importante que el paciente trabaje con su médico para establecer fines reales sobre su apariencia. Son más de setenta los factores que contribuyen a conseguir un buen resultado. Se sugiere reservar la opinión final hasta transcurridos de 6 meses a 1 año, tiempo en el cual, en la mayoría de los casos, los resultados se observan excelentes.
Hay que tener en cuenta que es normal encontrar pequeñas asimetrías después de la operación puesto que es imposible hacer dos orejas completamente iguales.