En algunas oportunidades, las cicatrices son tan grandes o visibles que afectan a la autoestima de la persona. En estos casos, la cirugía puede ser la mejor opción ya que consigue disimularlas, es muy importante que la cicatriz esté deshinchada, tenga una coloración normal y esté blanda. Esto se da tras unos 12 o 18 meses.
Generalmente, se realiza la cirugía con anestesia local aunque si la zona es muy extensa, puede ser necesaria anestesia general e ingreso hospitalario, una cicatriz pequeña se puede corregir en media hora pero si fuera más compleja, el procedimiento puede ser de varias horas, explica el Dr. Rogelio López Guillemain.
Si la cicatriz es ancha y no tiene retracción ni elevación ni tampoco es queloide, el cirujano puede abrir y cerrar la piel. De esta forma, volverá a empezar el proceso de curación. En el caso de que la cicatriz no sea tan regular, el cirujano optará por otras técnicas como por ejemplo, la Z-plastia o la W-plastia.
- Z-plastia: Se cambia la dirección de la cicatriz por lo que se hace más larga y extensa. Aunque la cicatriz se hace más grande, la piel queda más relajada y por lo tanto, se aprecia menos.
- W-plastia: Se utiliza esta técnica para mejorar las del rostro. Convierte una cicatriz larga en otras más pequeñas y consecutivas para que se disimulen más fácilmente.