La bichectomía consiste en reducir el tamaño de las bolas de Bichat que se encuentran entre el músculo macetero de cada mejilla y el músculo bucinador, y que hacen que el rostro se vea más redondeado. Como resultado, se afina el rostro logrando resaltar la imagen de los pómulos y definir la mandíbula.
Según el Dr. Damián Galeazzo, hoy en día la bichectomía es una de las intervenciones más solicitadas y es ideal para dar solución al "síndrome de las caras gordas". Las personas que tienen este problema tienden a un borramiento de las estructuras óseas de los pómulos, del mentón y de la mandíbula. A veces este exceso de grasa hace que una persona delgada parezca gorda aunque no lo sea.
Los que más consultan por este tipo de tratamiento son fundamentalmente jóvenes de entre 20 y 35 años. La bichectomía es popular entre las mujeres pero también la solicitan muchos hombres que no están conformes con la forma redonda de su cara.
Como en la mayoría de los procedimientos estéticos, el paciente debe ser mayor de edad, mejor si tiene entre 18 y 40 años, porque las bolas de Bichat tienden a disminuir naturalmente con la edad. Es importante lograr un resultado proporcionado para evitar el envejecimiento prematuro del rostro.
Las personas que deseen operarse tendrán que dejar de fumar un mes antes de la operación y un mes después, dejar de tomar medicamentos antiinflamatorios 10 días antes de la cirugía y tener un excelente estado de salud bucodental, ya que la curación se realiza directamente en la boca.
Según el Dr. Damián Galeazzo, la bichectomía es una cirugía que puede realizarse en personas de cualquier sexo que tengan un rostro redondeado o poco definido. Al extirpar las bolas de bichat se busca con esto que el rostro sea más estilizado y anguloso.
Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, es importante que el cirujano o cirujana sea un profesional certificado y miembro de las principales asociaciones médicas y de Cirugía Plástica del país. Podés mirar en la página de la SACPER si está registrado o consultar en la asociación de cirugía plástica, estética y reparadora de su provincia.
También sería ideal saber si tiene experiencia o alguna especialización en este tipo de cirugía. Para tener este dato, podés leer las experiencias y recomendaciones de pacientes que se hayan operado previamente con el profesional.
En la primera consulta, el cirujano o cirujana examinan al paciente y lo asesoran con respecto a la cirugía escuchando cuáles son sus necesidades y cuáles son los resultados que se podrían alcanzar. En esta primera consulta, se dará información detallada sobre el procedimiento, cuáles son los beneficios de reducir las bolas de Bichat, pero también las posibles desventajas y riesgos de la cirugía. En esta primera entrevista, el cirujano podrá dar un presupuesto y comentar cuáles son las formas de pago.
No dudes en preguntar y sacarte todas las dudas que tengas. Pedile que te muestre fotos de sus ex pacientes. Algunos cirujanos también pueden mostrarte una simulación del resultado de la cirugía, para que tengas una idea de cómo va a quedar estéticamente el rostro después del procedimiento.
El procedimiento se realiza de forma ambulatoria y dura aproximadamente 45 minutos. Con respecto a la anestesia, algunos cirujanos prefieren que sea general, para mayor comodidad del paciente, y otros prefieren la anestesia local. El médico te va a recomendar lo que mejor se adapte a tus necesidades y a tu caso.
El procedimiento en sí es bastante simple. Se realiza una incisión dentro de la boca de entre 15 y 20 milímetros y se extrae una parte de las bolas de Bichat. La cantidad depende de cada paciente. Luego se realizan una o dos puntadas para cerrar la herida. No quedan cicatrices visibles porque el abordaje es realizado por adentro de la boca. Por eso también los resultados son muy naturales.
La Dra. Marlen Bustillos dice que la bichectomía es una cirugía ambulatoria de rápida recuperación. Es fundamental seguir una dieta blanda los dos primeros días pero no exige demasiados cuidados en el posoperatorio. Los puntos son reabsorbibles y la cicatriz no queda visible.
Los días posteriores al procedimiento (y hasta una semana después), el paciente tendrá un edema alrededor del área de la mejilla, similar a una operación para extraer las muelas del juicio. Algunos cirujanos colocan vendaje pero no es obligatorio. Se recomienda aplicar hielo en el área inflamada para reducir la inflamación y también dormir con la cabeza elevada y hacia arriba. Como decíamos más arriba, se recomiendan alimentos líquidos o blandos durante la primera semana y es muy importante tener una excelente higiene oral durante los días posteriores a la bichectomía, para evitar infecciones. El médico puede recomendar algún enjuague bucal especial.
Después de 10 a 15 días, el hilo reabsorbible se caerá solo y, como la incisión se realiza dentro de la boca, no quedarán cicatrices. La actividad física se puede retomar al cabo de dos semanas.
Los resultados definitivos son visibles después de 3 meses.
Los pacientes que se realizaron una reducción de las bolas de Bichat tienen las mejillas huecas y el contorno facial más marcado y modelado. El rostro queda más angular y eso da la impresión de que el paciente bajó de peso.
Como dice el Dr. Damián Galeazzo, con la bichectomia se trata de conseguir un perfil más afinado, un rostro más delgado y definido, con el típico 'huequito' entre el malar (el hueso que forma el pómulo) y el maxilar inferior.
Aunque se trata de una cirugía ambulatoria y sencilla, pueden surgir igualmente algunas complicaciones. Como ocurre en cualquier intervención quirúrgica, los principales riesgos están relacionados con el uso de la anestesia. Es normal que después de la cirugía salgan hematomas en la zona tratada, que se pierda sensibilidad o se sienta cierta dificultad para realizar determinados movimientos faciales (paresia transitoria). Esto se debe al uso de la anestesia y su efecto de bloqueo en los nervios del facial. También se puede experimentar algo de dolor en la mandíbula por la apertura extrema.
A largo plazo, se pueden tener consecuencias como el riesgo de parálisis facial, ya que las bolas de Bichat están cerca de un nervio facial que podría dañarse durante la cirugía. Asimismo, existe la posibilidad de que se genere una lesión en el canal de Sténon o conducto parotídeo, por donde pasa la saliva.
Se estima que la incidencia de cualquier tipo de complicación en esta cirugía es de un 3%.