La gluteoplastia, también conocida como aumento de glúteos, es una cirugía estética que se realiza con anestesia local y sedación y que sirve para aumentar el volumen de los glúteos con prótesis o utilizando la propia grasa del paciente, extraída previamente por medio de una liposucción. El objetivo de la intervención es corregir y modelar la forma de los glúteos planos o caídos y obtener, además de un mayor volumen, una forma más definida, redonda y firme.
El tamaño de las prótesis a utilizar para obtener un resultado natural es habitualmente de 300 cc y el material es similar al de los implantes de mamas, con la diferencia de que el gel de silicona de las que se utilizan para los glúteos es más resistente.
En general, los pacientes que quieren hacerse esta cirugía buscan modelar el cuerpo porque bajaron mucho de peso y les quedó la zona flácida o porque con la edad se fueron cayendo y perdiendo volumen.
Este procedimiento permite corregir:
La cirugía de aumento de glúteos con implantes de silicona es uno de los procedimientos que más se solicitan en nuestro país aunque no tan popular como el aumento de mamas o la rinoplastia. El último informe de la ISAPS indica que en el 2021 se realizaron unas 8480 cirugías de aumento de glúteos en Argentina.
Las consultas por esta cirugía son de pacientes de todas las edades, hombres y mujeres, aunque la mayoría son mujeres de entre 20 y 40 años. La demanda de esta intervención ha crecido considerablemente en los últimos años.
El paciente que resulta candidato para una gluteoplastia debe tener un buen estado general de salud, desde el punto de vista físico y psicológico. Esto es fundamental para evitar complicaciones durante o después del procedimiento y para que sus expectativas de los resultados sean realistas.
Aunque en general son las mujeres las que más consultan sobre la gluteoplastia, también puede realizarse en hombres.
La edad no es un impedimento pero el paciente debe ser mayor de edad y, como decíamos más arriba, tener un buen estado de salud.
En caso de sobrepeso, se recomienda siempre que antes de la intervención el paciente baje de peso hasta alcanzar un IMC saludable.
En la primera consulta el paciente debe comunicarle al cirujano todos los detalles sobre su salud y sobre cualquier tipo de patología preexistente como diabetes, problemas cardiovasculares o de coagulación y cualquier otra enfermedad en su historial clínico. También debe informar si consume tabaco o alcohol y seguir todas las recomendaciones para suspenderlo si es necesario.
El cirujano evaluará el estado general de salud del paciente y considerará sus expectativas y deseos sobre la intervención para estimar cuáles serían los resultados esperables, los posibles riesgos y el costo general de la misma.
Además, determinará cuál es la técnica más adecuada para tratar el caso y si es necesario o no combinarlo con otros procedimientos como la liposucción, si es que se opta por la transferencia de grasa.
Según el Dr. José Luis Moretti, existen varios tipos de prótesis legalizados. Todas las que se comercializan en Argentina están avaladas por el A.N.M.A.T. Son de forma similar y de igual material aunque pueden variar en formas, tamaños y cantidad. El médico determinará cuál es la correcta según el cuerpo del paciente.
En la cirugía de aumento de glúteos (gluteoplastia) se colocan los implantes de silicona por encima o por debajo del músculo. La operación dura aproximadamente 2 horas y se lleva a cabo con anestesia general o con epidural. En general se recomienda una noche de internación pero esto depende de las indicaciones del médico. En algunos casos la gluteoplastia también puede realizarse en conjunto con otras intervenciones como la liposucción y posterior lipofilling.
Para colocar los implantes el cirujano realiza una incisión de 5 cm en el surco intergluteal (pliegue del glúteo) o en la base del glúteo, para que la cicatriz quede lo más disimulada posible. El cirujano crea un bolsillo detrás del músculo glúteo y allí se introducen las prótesis.
Existen tres técnicas utilizadas para posicionar los implantes:
Después de la operación se coloca un vendaje y/o faja compresiva.
El día de la cirugía se recomienda concurrir a la clínica con un acompañante (amigo o familiar) para contar con el apoyo de una persona de confianza en caso de cualquier eventualidad.
Quince días antes de la intervención, se aconseja no tomar medicamentos antiinflamatorios o acetilsalicílicos, como la aspirina, y evitar el consumo de tabaco.
La gluteoplastia deja resultados naturales cuando el tamaño de las prótesis seleccionadas respeta las proporciones del resto del cuerpo. Al igual que en el aumento de mamas, los implantes vienen de diferentes tamaños y formas:
El exterior de las prótesis glúteas está hecho de silicona y el interior de gel de silicona. Además, las prótesis contienen en su interior una especie de barrera que evita la fuga del material.
Estas prótesis, como las que se utilizan para los implantes mamarios, se consideran seguras para la salud, siempre que provengan de fabricantes que hayan sido aprobados y certificados por los principales organismos internacionales de control, como la CE o la FDA y avalados por el ANMAT.
Los resultados pueden variar de un paciente a otro pero en general este procedimiento permite dar un mayor volumen y una forma más definida a las nalgas.
Los resultados son permanentes, pero el paciente no los ve de inmediato. De hecho, como también sucede con otras intervenciones estéticas que involucran la inserción de prótesis, durante las primeras semanas es común la aparición de hematomas o hinchazón postoperatoria que pueden evitar evaluar completamente el resultado final.
Por lo tanto, el resultado final puede ser visible desde el segundo mes después de la operación, pero generalmente es recomendable esperar al menos 6 meses antes de poder ver y apreciar el resultado real obtenido.
Según el Dr. Javier E. Calvo, luego de la cirugía que dura aproximadamente 2 horas, se coloca un vendaje, y posteriormente se retira para colocar una faja. Las marcas quedan casi invisibles. La recuperación es rápida, en unos días el paciente puede retomar sus actividades.
Después de la cirugía se requieren al menos 2 o 3 días de reposo absoluto y luego se pueden retomar las actividades cotidianas pero de manera gradual. Al cabo de 10 días se puede volver a trabajar y en un mes se puede volver a realizar actividad física liviana pero hay que esperar al menos 3 meses para hacer deportes más intensos.
Es importante suspender el consumo de alcohol y de tabaco durante al menos 3 semanas para facilitar el proceso de cicatrización. Además, el paciente deberá evitar la exposición al sol durante al menos un mes y aplicar siempre una protección de +50 SPF para proteger las cicatrices.
Durante los primeros 3 días se pueden sentir algunas molestias y dolores. El médico puede recetar algún analgésico para que sea más tolerable. Los primeros 10 días después de la operación, el paciente puede notar cierta incomodidad en los movimientos porque el cuerpo tiene que adaptarse a las prótesis. Es recomendable permanecer de pie o acostado sobre el estómago durante al menos tres semanas, para que el peso del cuerpo no recaiga sobre la parte posterior de los muslos.
Además, entre los efectos secundarios más comunes, pueden aparecer moretones o inflamación que desaparecerá durante el primer mes. Una nota publicado por The National Center for Biotechnology Information dice que el aumento de glúteos basado en implantes se asocia con una alta satisfacción de los pacientes a persas de la alta tasa de complicaciones.
Como en cualquier otra cirugía, en la gluteoplastia también pueden surgir complicaciones. Por ejemplo, una rotura de prótesis, una contractura capsular y endurecimiento de los glúteos, malposición de las prótesis, infecciones o algún otro efecto secundario relacionado con el uso de la anestesia. Es fundamental ponerse en manos expertas y contar con cirujanos especializados que acompañen al paciente durante todo el proceso y le den tranquilidad.
La gluteoplastia no es el único procedimiento que existe para aumentar y definir los músculos. También hay otras técnicas que permiten levantar los glúteos caídos y con flacidez. Estos son:
Lipofilling. Consiste en la extracción de tejido adiposo autólogo del paciente de áreas como el abdomen y su reposicionamiento en áreas deficientes mediante el uso de microcánulas como las que se usan para la liposucción. Este procedimiento permite elevar los glúteos, especialmente en aquellos pacientes que bajaron mucho de peso con una consecuente caída de trasero. La ventaja de Lipofilling es que permite intervenir no solo la zona del trasero, sino la silueta en su conjunto.
Ácido hialurónico para glúteos. La infiltración de ácido hialurónico permite aumentar el volumen de las nalgas sin necesidad de recurrir al bisturí y a las prótesis. Macrolane y Hyacorp son los rellenos o macrófilos más utilizados para este propósito. El resultado es inmediato y el tratamiento también se puede realizar en la clínica con anestesia local. Sin embargo, dado que el ácido hialurónico es una sustancia reabsorbible, el resultado no es permanente, por lo que el relleno debe repetirse pasados unos meses, dependiendo de la respuesta del organismo.
Levantamiento de glúteos. Esta cirugía puede realizarse con anestesia local e implica la inserción de hilos de suspensión a través de una pequeña incisión realizada cerca del pliegue entre el muslo y la nalga. También hay otras técnicas para levantar los glúteos, como la técnica de suspensión transcutánea (TST) o el modelado de agujas (microtrasplante subcutáneo combinado con la bioestimulación). Según el Dr. Donati, para elevar lo ideal son los hilos tensores porque es un procedimiento no muy invasivo y que puede revertirse.
La elección de un método u otro depende de las características de cada paciente. Por ejemplo, si no hay suficiente tejido adiposo para realizar la extracción de la grasa autóloga, entonces solo se podrán hacer implantes. Además hay que tener en cuenta que las prótesis tienen un resultado más duradero y aportan un volumen fijo porque la grasa sufre una pérdida estimada del 30% a 40%.