Es un tratamiento contra los signos del envejecimiento facial, ya que la piel del rostro y el cuello acusa de forma más pronunciada el paso del tiempo, se trata de una zona que sufre una disminución del grosor de la piel, y una reducción de la hidratación y de la producción de colágeno, lo que conlleva una pérdida de elasticidad, firmeza y volumen. Las consecuencias visibles son una mayor flacidez de la piel con el paso de los años, la aparición de arrugas como las patas de gallo, las líneas de marioneta o el código de barras. Asimismo, también se suele apreciar un adelgazamiento y pérdida de volumen en los labios.
Se trata de un tratamiento no quirúrgico que se aplica por inyección, siendo comúnmente compuesto por ácido hialurónico, la hidroxipatita cálcica o rellenos autólogos (procedentes de otras partes del cuerpo del paciente). Con estos rellenos se logra rejuvenecer la tez y recuperar la elasticidad y la tonicidad perdidas.
El ácido hialurónico y la toxina botulínica son los dos elementos sin los cuales los tratamientos de rejuvenecimiento facial no quirúrgicos hoy día no se pueden entender, ya que son básicos en los tratamientos de remodelado facial en tres dimensiones.
Los rellenos se utilizan principalmente para la estética, pero son muy versátiles y pueden utilizarse para muchos propósitos diferentes:
El Dr. José Luis Moretti dice que el relleno que se utiliza con más frecuencia es el acido hialurónico. También se puede usar Plasma Gel y lipotransferencia. En todos los casos se pueden combinar con PRP (Plasma Rico en Plaquetas). También se utiliza el Metacrilato o Radiesse.
La calidad del producto y su certificación es tan importante como la experiencia del médico. También por esta razón, es esencial referirse únicamente a médicos y cirujanos especializados, capaces de seleccionar solo los mejores productos para sus pacientes. A continuación, encontrarás algunas de las principales marcas que han recibido la certificación europea CE o la certificación de la FDA de Estados Unidos:
Puede ser candidato o candidata para un relleno facial cualquier persona que desee sentirse más joven sin necesidad de recurrir a tratamientos quirúrgicos. Los únicos impedimentos que puede haber para realizar un tratamiento de relleno facial son el haberse realizado una intervención quirúrgica en la zona en los cuatro meses previos al relleno o un tratamiento correctivo, cirugía plástica incluida, en las cuatro semanas anteriores al relleno facial.
Tampoco se deberá realizar el tratamiento de relleno facial si se es alérgico a alguno de los productos a emplear o si la zona a tratar se encuentra inflamada en ese momento.
Los rellenos más populares son aquellos que pueden ser absorbidos en base al ácido hialurónico, pero también hay otros tipos. Veamos a continuación cuáles son los diferentes tipos de rellenos disponibles:
Pese a no ser un tratamiento agresivo ni invasivo, siempre es importante darnos el tiempo necesario buscando al especialista que nos brinde la seguridad necesaria. Las prisas pueden ser malas consejeras.
Un buen comienzo es buscar especialistas en la web de la SACPER, que nos garantiza que poseen la titulación y acreditación para ejercer en Argentina. Es recomendable también consultar opiniones de pacientes y documentos en los que tengamos referencia de la calidad profesional del médico.
La primera cita es para la exploración del especialista, que analizará la zona a tratar, la calidad de la piel y también, estudiará el historial clínico del paciente para eliminar la posibilidad de enfermedades que puedan suponer una dificultad o un problema.
Asimismo, se explicará al paciente la necesidad o no de usar anestesia, que en todo caso será local y le detallará qué rellenos son los más adecuados para su caso y si existe alguna contraindicación.
Para preparar la piel antes del tratamiento es aconsejable evitar la exposición a los rayos ultravioleta del sol y no consumir bebidas alcohólicas el día del tratamiento ni el anterior. Es aconsejable para evitar hematomas en la zona a tratar no consumir aspirinas ni medicamentos de similar composición.
Puede ser conveniente la aplicación de cremas con retinol en la zona durante las dos semanas previas al tratamiento, con el fin de cerrar los poros y reducir las grasas de la piel, lo que permitirá una mejor adhesión del ácido inyectado. El mismo día de la intervención conviene limpiar la zona tratada para evitar irritaciones.
Es un tratamiento nada doloroso y que no requiere anestesia, aunque en caso de pieles sensibles, es posible recurrir a anestesia local o a cremas anestésicas. Igualmente las jeringas vienen con anestésico como Lidocaína.
En la inyección de ácido hialurónico se emplean pequeñas agujas o cánulas finas, que ayudan a prevenir la aparición de hematomas. El procedimiento se realiza de forma ambulatoria, por lo que no es necesario acudir a un quirófano. La sesión suele durar entre 20 y 30 minutos.
El médico, después de desinfectar la piel del área a tratar, realiza una o más microinyecciones en el área afectada. Por lo general, no es un tratamiento doloroso, pero como medida de precaución, se inyectan junto con el relleno pequeños porcentajes de anestésico local (lidocaína al 0,3%). Después de la inyección, el médico realizará un masaje con el que finaliza la sesión.
El ácido hialurónico se encuentra de forma natural en nuestro organismo simplemente la producción natural de esa substancia por parte del cuerpo disminuye con el paso de los años, por lo que no se desarrollan alergias ni intolerancias, ni tampoco reacciones cutáneas. Con un tratamiento exitoso, se logra una mejora de la expresión sin perder un ápice de naturalidad y logrando resultados muy satisfactorios. No hay ningún período de recuperación para los tratamientos de relleno facial.
El ácido hialurónico, además, estimula la secreción natural de colágeno e hidrata la piel, por lo que frecuentemente los pacientes siguen con un aspecto más rejuvenecido incluso después de la absorción del ácido por parte del organismo.
Una de las grandes ventajas del relleno facial es que no hay una recuperación per se del tratamiento. La zona tratada puede quedar enrojecida o levemente inflamada durante unas horas tras la sesión, pero la piel se rehace rápidamente y en pocos días se pueden apreciar resultados muy satisfactorios, todo debido a que no hay efectos secundarios y los productos usados no generan rechazo por parte del organismo.
Los resultados son muy satisfactorios; se logra un aspecto muy rejuvenecido y más saludable de forma rápida, lo que mejora el autoestima y el bienestar del paciente, elementos providenciales en tratamientos de medicina estética. Los resultados no son permanentes, pero se pueden alargar fácilmente hasta el año o más.
Como se menciona anteriormente, incluso tras la absorción del ácido por parte del organismo, el paciente mantiene un aspecto mejorado respecto al que tenía antes de realizarse el tratamiento de relleno facial.
La mayoría de los rellenos están compuestos íntegramente por substancias de origen natural, por lo que no suelen causar ningún efecto secundario. Al no ser un tratamiento quirúrgico, tampoco son frecuentes las complicaciones de ningún tipo. El posible enrojecimiento e hinchazón de la zona tratada inmediatamente después del tratamiento tan solo dura unas horas. Puede quedar algún hematoma.
Pérez Rivera. Rellenos Faciales. Enero de 2019.
Clarín. Rellenos faciales duraderos, frescura sin quirófano. Enero de 2019.
Elle. 6 mitos sobre el relleno facial. Enero de 2019.
SOARME. Lifting facial no quirúrgico. Enero de 2019.
SOARME. Inyecciones de Plasma Rico en Plaquetas en el tratamiento de las ojeras. Enero de 2019.