Las personas transexuales autoperciben una identidad de género distinta a la de su sexo biológico
(Advertencia, este artículo contiene fotos que pueden herir la sensibilidad)
Para entender el concepto de persona trans es necesario entender lo que es la identidad de género o la experiencia individual, subjetiva e interna de la persona y como esta se relaciona con el mundo, esta identidad se va desarrollando a medida que la persona crece. Entendiendo que esta identidad puede coincidir o no con el sexo biológico, hay casos donde el individuo puede desear una modificación del cuerpo con tratamientos médicos y quirúrgicos para que estas coincidan y tener la apariencia física que desea y se ajusta a su autopercepción, según indica el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina. La población transexual ha sido vulnerabilizada a través de la historia, fue considerada una enfermedad para luego ser aceptada y estandarizada. Según las encuestas más recientes en Argentina, un 92,2% de la población trans indica haberse percibido con una identidad de gènero distinta a la asignada en el nacimiento antes de los 13 años, dentro de esta población un 15,3% son trans masculino y un 84,7% se define como trans femenina.
Los hombres y mujeres trans forman parte de la comunidad LGBTQ
Antes de profundizar en el tema de la reasignación sexual, es importante aclarar algunas definiciones pertinentes a la comunidad transgénero y las diversidades de género e identidades. Si bien hay definiciones amplias y variadas, acá encontrarás un resumen fácil de entender sobre el espacio de los transgénero dentro de la comunidad LGBTQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Queer):
* La orientación sexual no está determinada ni por género y ni por el sexo biológico.
No hay una teoría comprobada con respecto a las causas de la transexualidad, sin embargo, los estudios científicos en general la asocian a factores biológicos, genéticos e incluso, una forma particular de la estructura cerebral. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina resalta que la transexualidad forma parte de diversidad de géneros, identidades y orientaciones sexuales humanas y que la genitalidad no es el valor único que define al individuo y el reconocimiento de sí mismo.
El concepto de la transexualidad ha estado presente en la sociedad desde la antigüedad
La transexualidad no es algo nuevo, la idea de un tercer género, un individuo intersex ha estado presente en diversas culturas desde la antigüedad: como en tribus nativas americanas donde mujeres transexuales usaban vestimenta femenina y hasta tenían esposos.
En la historia moderna vale destacar personajes como Lili Elbe, la primera persona en realizarse una cirugía MtF de reasignación sexual en 1930 y quien moriría tras una operación de transplante de ovarios. También es importante recordar a Christine Jorgensen, quien sería la primera persona en hacerse la totalidad de intervenciones de reasignación de sexo de masculino a femenino, completando el tratamiento entre 1952 y 1954.
El endocrinólogo y sexólogo Dr. Harry Benjamin fue el primero en establecer que la transexualidad no era un padecimiento o una enfermedad, sino una identidad y que la no atención de la disforia de género producía un sufrimiento real. Entre 1940 y 1950 se dedicó a ayudar en su proceso de transformación a pacientes trans considerándose el fundador de este tratamiento que describe en su libro “El fenómenos transexual”. Para finales de la década del 50 se dan nuevos avances: se inventaría la técnica moderna de inversión de pene para transformación de sexo masculino a femenino, creada por el cirujano plástico francés Georges Burou, práctica que se usa hasta la actualidad.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina destaca que a través de la historia la población trans ha sido vulnerabilizada por la sociedad que toma lo binario y la heteronormatividad como la regla, señalando además que la “normalidad” es un concepto social e histórico que se actualiza en el tiempo. Además, la transexualidad forma parte del variado espectro de identidades de género del ser humano.
El reconocimiento y apoyo de los padres es fundamental para detectar la disforia de género temprana y comenzar su tratamiento
La transexualidad puede ser identificada por el individuo desde una edad tan temprana como los 3 años, cuando ya tiene la capacidad para identificarse a sí mismo como niño o niña. El rol de los padres en este periodo es fundamental para una detección temprana de la disforia de género que puede evitar problemas emocionales futuros y dar acceso al niño a un tratamiento médico hormonal que detenga el desarrollo de características biológicas durante la pubertad. Según data del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina 8 de cada 10 personas transexuales se identificaron bajo esta identidad antes de los 17 años.
En el proceso de reasignación de sexo participan una variedad de médicos especialistas
Dados los retos físicos, biológicos y psicológicos que establece la reasignación de sexo, en este proceso participa un grupo de médicos y cirujanos especializados en esta práctica. Por lo específico del tipo de intervenciones a realizar, debés elegir un profesional de la salud que tenga experiencia en este campo y que cuente con las certificaciones necesarias, podés verificar sus credenciales visitando la página de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, la Sociedad Argentina de Medicina Estética y la Asociación Médica Argentina.
Lo ideal es visitar distintos especialista para elegir aquel con el que te sintás más cómodo y en confianza.Podés además revisar comentarios de pacientes pasados y observar fotos del antes y después de sus tratamientos en línea o solicitándolas en las primeras consultas. Además del equipo involucrado en el proceso de tratamiento hormonal y cirugía de reasignación de sexo, es factible que necesités visitar otros especialistas para completar tu transformación como a un cirujano especializado en implantes mamarios, rinoplastia o feminización facial, en el caso de transformaciones MtF.
El paciente pasará por una serie de pruebas psicológicas y tratamientos hormonales antes de someterse a cirugía de cambio de sexo
El proceso de reasignación sexual es un largo proceso de tratamientos médicos. Este sería un resumen del proceso y las personas involucradas en el mismo:
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina destaca que toda persona trans tiene derecho a una atención de salud integral que incluya tanto el tratamiento hormonal como las operaciones de reasignación genital necesarias.
El paciente trans puede acceder al tratamiento quirúrgico tras evaluación psicológica y terapia hormonal
De acuerdo con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina toda persona trans tiene derecho a acceder a los tratamientos quirúrgicos y hormonales para la reasignación de sexo. Aquellos que sean mayores de edad deben presentar su consentimiento firmado, en el caso de personas menores de 18 años deberán tener además la confirmación por parte de una autoridad competente a nivel judicial para iniciar tratamientos hormonales y psicológicos.
Además, la persona debe haber cumplido con los siguientes requisitos:
El paciente trans recibirá un tratamiento hormonal que inicia los primeros cambios fisiológicos
La transformación física representa una liberación para el paciente transgénero y esta comienza con el tratamiento hormonal que puede ser administrado a través de inyecciones, de forma dérmica u oral. Los hombres transexuales recibirán dosis de testosterona (hormona masculina) en un tratamiento de por vida, mientras que las mujeres transexuales recibirán hormonas femeninas como estrógeno y antiandrógenos, si bien el estrógeno se tomará también de por vida, los antiandrógenos solo se suministran hasta la cirugía de reasignación de sexo.
El tratamiento hormonal exige controles cada seis meses previo a la cirugía y un control anual tras la intervención. Los cambios serán visibles de manera rápida pero dependen de la biología del paciente, el proceso es similar al que se vive durante la pubertad, por ejemplo:
Transición hormonal de una paciente biológicamente femenina a hombre trans: en este caso se verá un cambio en la voz, la masa muscular y la silueta del cuerpo, la piel se vuelve más gruesa, el vello aumenta en rostro y cuerpo, los huesos se vuelven más fuertes. A nivel fisiológico también hay una transformación: desaparece la menstruación, la líbido aumenta, también lo hacen la presión arterial y frecuencia cardíaca.
Transición hormonal de un paciente biológicamente masculino a mujer trans: el tratamiento hormonal causa el atrofiamiento de los testículos, baja la función eréctil y la masa muscular. Los pezones y el tórax se desarrollan, además la cara y la piel se suavizan y afinan. El proceso de calvicie puede detenerse. En lo fisiológico: la líbido disminuye, así como lo hace la capacidad de eyacular, producir esperma y producir una erección, la frecuencia cardíaca también baja. La voz puede cambiar o no, por lo cual puede hacerse necesaria una visita al logopeda o clases de dicción. El vello corporal no se elimina por completo con el cambio hormonal, si el paciente lo desea puede someterse a un tratamiento de depilación láser.
Los efectos de las hormonas son reversibles a diferencia del tratamiento quirúrgico de reasignación sexual, sin embargo es importante destacar que este tratamiento se ha relacionado a la esterilidad por lo cual es importante consultar con el médico posibles medidas si se desea concebir en un futuro.
El tratamiento hormonal es altamente buscando por los pacientes trans, según data del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina 18,8% de los pacientes trans masculinos y 61,6% de las pacientes trans femeninas, se han sometido al proceso de hormonización.
A continuación encontrarás una guía de los tratamientos quirúrgicos que un paciente trans puede realizarse durante la transformación MtF o de hombre a mujer. Estos son procedimientos invasivos que deben ser realizados por un grupo de profesionales especializados, bajo anestesia general y que pueden requerir de un período de hospitalización.
La vaginoplastia consiste en eliminar el cuerpo cavernoso del pene para construir una vagina de aspecto natural
Para someter al paciente a una vaginoplastia este tiene que haber realizado el tratamiento hormonal con estrógenos durante al menos un año. También es recomendable que se realice la depilación láser del área genital antes de la operación. Como en otra intervenciones quirúrgicas, se aconseja dejar de fumar un mes antes del procedimiento y un mes después del mismo, así como no tomar aspirinas en los 15 días previos a la cirugía. La paciente será hospitalizada el día antes para realizarle un lavado intestinal antes de llevar a cabo la intervención.
Una vaginoplastia suele tomar entre 4 y 5 horas, la intervención consiste en la eliminación casi completa del cuerpo cavernoso del pene, utilizando la piel externa del falo para crear lo que serán las paredes internas de la cavidad vaginal. Los testículos serán eliminados y, por su sensibilidad, la parte superior del glande se utilizará para reconstruir el clítoris. El prepucio será convertido en los labios menores y para crear los labios mayores se utilizará la parte externa del escroto. La salida de la uretra se acorta para que la paciente pueda orinar hacia abajo. En casos en los cuales la inversión peniana no es posible, como sea porque no haya piel suficiente de forma natural por circuncisión, se puede utilizar la técnica de colgajo de piel.
Al finalizar el procedimiento quirúrgico se inserta en la vagina una prótesis de silicona diseñada para obtener el ancho y profundidad deseados en el canal vaginal, esta se mantendrá de 8 a 10 días. El periodo de hospitalización puede durar alrededor de 12 días. Las primeras 24 horas la paciente estará acostada. Durante una semana llevará una sonda urinaria, a los 4 días el médico cambiará el apósito y más adelante retirarán los drenajes.
Para asegurar el éxito de la intervención el médico de cabecera y el equipo darán ciertos consejos a seguir, como por ejemplo:
Mantener los resultados depende también del uso del dilatador vaginal durante el postoperatorio y durante los meses posteriores a la intervención. Si bien los primeros días tras la intervención deberás usarlos las 24 horas del día, en los meses posteriores es solo necesario utilizarlo de 30 a 40 minutos diarios. Los dilatadores irán aumentando su tamaño y grosor para obtener un canal vaginal satisfactorio y similar al de una vagina biológica. Si la paciente no tiene relaciones sexuales durante un período largo, es recomendable seguir usando el dilatador de 1 a 2 veces por semana para mantener el ancho y profundidad de la vagina.
Como resultado de la intervención se obtiene una vagina similar a la de una mujer biológica que además permite sentir placer durante las relaciones sexuales, permitiéndole a la paciente vivir su intimidad a plenitud. De acuerdo con la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, los tratamientos de reconstrucción vaginal y vulvar suelen tener buenos resultados tanto en la biología funcional como en lo estético, pero resaltan la importancia de que se involucre en el proceso a un equipo interdisciplinario de expertos para garantizar el éxito de la intervención.
Como todo procedimiento quirúrgico e invasivo, la vaginoplastia implica una serie de riesgos o complicaciones que el paciente debe conocer antes de someterse a tal procedimiento, entre ellos podemos contar:
La paciente transexual puede recurrir a un implante mamario durante su transición
En el proceso de transición de hombre a mujer, es común que la primera intervención que la paciente transexual se realiza sea la del aumento de pechos. Este tratamiento quirúrgico puede realizarse tras la fase de tratamiento hormonal cuando el tamaño de sus pechos se haya estabilizado. El Dr. Enzo Isola indica que esta operación consiste en colocación de implantes para mejorar el tamaño, forma y volumen de las mamas. Para conocer más sobre este procedimiento, puedes leer más sobre el aumento de senos.
Para darle un aspecto más femenino a su rostro la paciente trans puede recurrir a una variedad de cirugías
La Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora indica que para completar la transición se puede realizar una o varias intervenciones para “remodelar” las partes óseas y blandas del rostro, dándole un aspecto más femenino. Entre los tratamientos habituales encontramos:
Además de los procesos mencionados anteriormente, la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora destaca que la paciente puede continuar el proceso de feminizaxción de su cuerpo creando una figura más armónica con intervenciones como:
La transformación FtM o de mujer biológica a hombre trans está compuesta por una serie de procedimiento hormonales y quirúrgicos invasivos, estos requieren varios días de hospitalización y se realizan en quirófano bajo anestesia general. El médico de cabecera te aconsejará no fumar en el mes previo y el mes posterior a la intervención, así como no tomar aspirina en las dos semanas previas.
La extirpación del tejido mamario es una de los primeros pasos para transicionar a una figura masculina
La Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora explica la mastectomía bilateral como una intervención quirúrgica en la cual se realiza la extirpación del tejido glandular mamario por vía submamaria o periareolar. El médico especialista a visitar sería un mastólogo quien se encargaría de esta operación cuyo objetivo final es recrear un pecho liso y simétrico como el de la figura masculina. En el mismo procedimiento se puede disminuir el tamaño del pezón para que estén en consonancia con la nueva apariencia.
Esta intervención puede realizarse al comenzar el tratamiento hormonal y suele ser un paso que le permite al paciente sentirse mejor con su cuerpo, sin embargo, este tratamiento debe ser realizado por un médico experto tanto para lograr la apariencia estética deseada como para realizar un procedimiento seguro ya que el área del tórax suele estar expuesta en el día a día.
En la Metaidoioplastia se usa el tejido del clítoris para reconstruir el pene del paciente
Según la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva , este es un tratamiento de reasignación sexual que se realiza tras comenzar el tratamiento hormonal con testosterona. La hormona masculina hará crecer el clítoris a un tamaño promedio de 4 o 5 cm, alcanzado este punto se puede realizar una metaidoioplastia, una intervención que busca reconstruir el pene a partir del tejido clitoral. Es una intervención más simple y con menos consecuencias que la faloplastia, además provee mayor sensibilidad, sin embargo no produce un falo capaz de realizar penetración durante la relación sexual.
Al mismo tiempo se pueden realizar otros tratamientos quirúrgicos para complementar la reasignación sexual como una vaginectomía o extirpación parcial de la vagina, una histerectomía o extirpación más o menos parcial del útero, también una ovariectomía o extirpación de los ovarios, y una escrotoplastia o creación del escroto.
La faloplastia busca construir a partir del tejido existente un pene similar al de un hombre biológico
Dentro de las cirugías de reasignación sexual se encuentra también la faloplastia que se realiza con el objetivo de reconstruir un pene para el paciente transexual masculino.
Como en toda cirugía que requiere de anestesia general, es recomendable dejar de fumar en el mes previo y el mes posterior a la intervención. También de detenerse la ingesta de medicamentos antiinflamatorios o aspirinas. El paciente será hospitalizado un día antes del tratamiento para someterse a un lavado intestinal.
Debido a su complejidad, una faloplastia puede tomar de 8 a 9 horas para completarse. La Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva explica que esta intervención consiste en la reconstrucción de los genitales externos, para ello el urólogo utilizará los labios menores para reconstruir la uretra, el tejido de los labios mayores será utilizado para crear el escroto. La construcción del pene se realiza por “colgajos a distancia”, es decir, se utilizan tejidos de otras zonas del cuerpo, como el antebrazo, para crear la piel que cubre y da volumen a lo que se convertirá en el canal interno del falo. En algunos casos se incluye tejido óseo para dar rigidez.
Si se toma tejido del antebrazo este quedará ligeramente más delgado y con una cicatriz, pero el paciente tendrá como resultado un pene de apariencia similar al de un hombre biológico con un tamaño de 12 a 13 cm y con capacidad de penetración en el acto sexual.
La faloplastia requiere de unas dos semanas y media de hospitalización y un periodo de reposo de hasta 2 meses. Tras la operación el paciente tendrá drenajes en el área que se removerán tras unos días y también tendrá un vendaje compresivo en el antebrazo o la zona de donde se haya tomado el colgajo de piel.
Durante el postoperatorio es recomendable:
La faloplastia suele tener resultados sumamente satisfactorios tanto a nivel estético como funcional, le permite al paciente orinar de pie y tener relaciones sexuales satisfactorias que alcancen el orgasmo. Para la penetración será necesario el uso de una prótesis eréctil. Para quienes buscan un resultado más natural existe la opción de tatuarse venas en el pene. El paciente deberá esperar a completar el proceso de cicatrización y cura para realizar otras intervenciones relacionadas a su transición.
Al ser un procedimiento quirúrgico sumamente invasivo y complejo, la faloplastia tiene una serie de riesgos relacionados como la formación de coágulos, la necrosis o muerte del tejido, infecciones y hemorragias, o un proceso de curación complicado para el paciente. Todas estas son razones para recurrir a un equipo especializado que realice esta intervención.
Los implantes testiculares ayudan a dar una apariencia natural y realista al cuerpo del paciente
Tras la realización de una faloplastia o una metaidoioplastia, la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva señala que se puede llevar a cabo la inserción de prótesis o implantes testiculares, estos están hechos de gel de silicona y vienen en una variedad de tamaños que se adaptan a la anatomía y necesidad del paciente. Esta cirugía puede llevarse a cabo 6 meses después de la operación de reasignación sexual.
La prótesis eréctil le brinda al paciente la posibilidad de tener una erección de apariencia natural
La faloplastia permite construir un pene sensible que es capaz de sustentar una prótesis eréctil, según establece la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva, esta prótesis es la que permitirá que el paciente pueda tener una erección y alcanzar la penetración en el acto sexual. Este procedimiento complementario puede realizarse de 12 a 18 meses tras la primera intervención, cuando la parte superior del pene recobre su sensibilidad.
Tras una faloplastia el pene puede ser estimulado y llegar a tener un orgasmo sin necesidad de colocar este tipo de prótesis o aparato, pero si el paciente lo desea este puede ser un siguiente paso para completar la transición y el médico deberá guiarle para escoger la que más se adapte a sus necesidades. Entre las prótesis disponibles encontramos:
Tras el proceso de reasignación sexual el paciente puede vivir una vida íntima plena y satisfactoria
Las cirugías de reasignación sexual solo transforman el aspecto de los genitales pero cuidan y conservan su sensibilidad y capacidad de alcanzar el orgasmo. La Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva destaca que durante el proceso de reasignación sexual, la intimidad y el disfrute del cuerpo pueden verse temporalmente opacados, el paciente deberá pasar por un proceso a largo plazo de redescubrimiento de su cuerpo y su sexualidad. Durante este periodo biológicamente estará también adaptándose al impacto de las hormonas en su cuerpo, desde el inicio del tratamiento estas producen una alteración en el deseo sexual de los pacientes transexuales, este aumenta en los hombres trans y disminuye en las mujeres trans, pero también puede dar pie a otros procesos que impactan la sexualidad como la irritabilidad o la depresión.
Generalmente, tras la cirugía de reasignación sexual y su recuperación, los pacientes afirman vivir una vida íntima más satisfactoria, esto se debe a que finalmente se sienten a gusto con su cuerpo y eso beneficia cada área de su vida.
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