La labioplastia es la intervención quirúrgica que se realiza para mejorar el aspecto de los labios vaginales y en consecuencia la estética de la vulva. Cabe destacar que esta variación anatómica no es patológica, esto significa que no es una enfermedad, pero es necesario tratarlo ya que puede traer diferentes grados de incomodidad en la mujer desde lo estético hasta lo psicológico.
Se estima que en Argentina más de 1252 mujeres han realizado una labioplastia según los datos de ISAPS.
La labioplastia puede realizarse sola o acompañarse de algún otro procedimiento para embellecer la vulva como por ejemplo liposucción del monte de Venus, relleno de los labios mayores y hoodectomia (plástica del capuchón del clítoris) entre otros procedimientos.
Como menciona la Dra. Sabrina Lambois, la hipertrofia de los labios menores tiene múltiples causas, puede ser congénita, hereditaria, debida al consumo de hormonas y anabólicos, múltiples partos vaginales o simplemente una variable anatómica.
El disconfort aparece cuando los labios menores sobresalen más de 4”cm de los labios mayores, y el uso de algunas prendas puede ser problemático y doloroso, como los jeans ajustados o la ropa interior de encaje. Esta hipertrofia también puede ser problemática y causar irritación o incomodidad al caminar, durante la práctica de ciertos deportes o incluso durante las relaciones sexuales, donde los labios menores pueden interferir con la penetración.
Aunque esta clasificación no es estática, sino dinámica, hay que evaluar a la paciente en su totalidad. Hacer un minucioso examen clínico y una detallada historia clínica, escuchar los deseos y expectativas de cada paciente y sugerir siempre la armonía en su totalidad.
Muchas de las pacientes llegan a la consulta solo por la incomodidad de sus labios menores, pero en la evaluación final también se ve que hay sobrante de piel en el capuchón del clítoris, que si no se corrige se hará mas notorio, aun después de la labioplastia. Es deber del médico sugerir todos los cambios que sean necesarios para lograr esa armonía y decidir junto a la paciente cuál es el o los procedimientos más adecuados.
Las candidatas son pacientes que representan un malestar real con respecto a su vulva, ya sea por razones estéticas o físicas y que hayan terminado la etapa de la pubertad y el desarrollo madurativo.
Los profesionales que pueden realizar una labioplastia son cirujanos plásticos y ginecólogos calificados que realicen ginecoestética. Durante la primera consulta, lo más importante es que te sientas cómoda con tu cirujano y tengas confianza. que te dé la libertad de preguntar todo que necesites y la tranquilidad de saber que estás bien cuidada.
Una excelente herramienta para asesorarse, es el buscador de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires, SCPBA en donde puedes revisar si la o el profesional que elegiste se encuentra inscrito allí.
En la primera consulta se te realizará una evaluación y tu cirujana/o elegirá la técnica quirúrgica que mejor se adecue a tu caso, te explicará paso a paso la cirugía y el posoperatorio, así como también los beneficios y las posibles complicaciones de la cirugía.
Es importante que puedas realizar todas las preguntas que creas pertinentes así como también realizar una o más consultas.
La ninfoplastia más común es la reducción de los labios menores, pero existen en realidad 3 tipos diferentes de intervención:
Es una cirugía rápida, tiene una duración aproximada de 30 minutos. La paciente recupera un aspecto mucho más estético, tenso, y juvenil en sus genitales.
Se realiza generalmente bajo anestesia general para comodidad de la paciente, pero también existe la opción de hacerlo con anestesia local. Podés hablarlo directamente con tu cirujano pero siempre es el médico el que toma la decisión final.
En algunos casos, puede ser necesario reanudar los puntos y esto se puede hacer directamente en el consultorio del cirujano con anestesia local.
La labioplastia es una cirugía ambulatoria y no requiere internación, la paciente puede volver a su casa cuando el médico le dé el alta.
La cirugía se puede realizar con una pequeña sedación donde estás dormida sin ver, ni escuchar nada pero respirando por tus propios medios o solo con anestesia local, esto va a depender de cómo la paciente se sienta más cómoda, cualquiera de las dos opciones son validas.
Existen muchas técnicas diferentes para la reducción de labios. La cirujana o el cirujano elige la mejor, de acuerdo a la anatomía del paciente y los resultados esperados.
Las más frecuentes son las siguientes:
Labioplastia en cuña: durante este procedimiento, el exceso de piel se elimina en forma de V, al nivel de la zona donde culmina el labio.
Labioplastia longitudinal: este método consiste en eliminar el exceso de piel a lo largo de toda la longitud del labio, desde el clítoris hasta el ano. La cicatriz se hace en el borde del labio y desaparece rápidamente. Esta técnica es la mejor para pacientes que sufren de hipertrofia en toda la longitud del labio. Este procedimiento ofrece una curación más fácil y podemos tratar también la hiperpigmentación asociada en la mayoría de los casos.
La Dra. Sabrina Lambois señala que esta técnica es la más utilizada por la mayor parte de los cirujanos al ser la más sencilla y por tanto la que menos complicaciones presenta. Se utiliza un hilo especial dando un solo punto que generalmente cae solo entre el día 10 y 15 después de la cirugía.
Después de la cirugía
El cirujana o cirujano te dará indicaciones sobre el tipo de cuidados a realizar después de la cirugía y sobre las actividades que tendrás que evitar durante los primeros días.
Es normal sentir algo de dolor después de la cirugía que ceden con analgésicos comunes, de todas maneras está catalogada como una cirugía que cursa con dolor leve a moderado.
Te podes sentir un poco hinchada durante los primeros días posoperatorios; algunas mujeres también experimentan incomodidad al caminar y sentarse.
Durante la primera semana
Pueden aparecer edemas muy leves durante los primeros días después de la operación, los labios pueden llegar a tener un aspecto asimétrico que desaparecerá tan pronto como el edema se haya reducido.
Es importante escuchar los consejos del cirujano en cuanto a la higiene personal, que debe hacerse con agua y jabón especial íntimo. Hay que limpiar la zona suavemente con agua corriente, sin frotar. Se pueden retomar las actividades laborales al cabo de 4 días después de la intervención.
Los resultados de una labioplastia se ven desde el primer día.
La Dra. Sabrina Lambois afirma que es conveniente esperar al menos 3 a 6 meses (6 meses más bien) para que termine de cicatrizar y desinflamar. A veces las asimetrías por desinflamación que ocurre antes en un lado que en otro, por eso es necesaria la espera.
Las mujeres que se operaron se sienten más cómodas con sus cuerpos y ya no sienten ningún tipo de molestia en su vida diaria. La labioplastia también tiene un impacto positivo a nivel psicológico, ya que libera a las mujeres acomplejadas, permitiéndoles así mejorar su vida sexual.
Al tratarse de un procedimiento quirúrgico, existen posibles complicaciones asociadas a la anestesia y comunes a todos los procedimientos quirúrgicos. En el caso de una labioplastia, hay riesgo de sangrado, infección y deshicencia (apertura de las suturas).
Una de las consecuencias más frecuentes es que se presente un sangrado en las primeras 48/72 horas después de la cirugía. Este se puede evitar utilizando las compresas de hielo indicadas.
La técnica en cuña es la que manifiesta más complicaciones siendo la dehiscencia de la sutura la mas frecuente y en algunas ocasiones requiere una reintervención o simplemente afrontar los bordes de la herida con una nueva sutura.
También cabe la posibilidad de sentir dolor durante las relaciones sexuales, así como una ligera disminución en la sensibilidad de los labios menores. En algunos casos, las pacientes experimentan cicatrices asimétricas o una reducción excesiva del tamaño de los labios menores.