También llamada “liposucción sin cirugía”, la ultracavitación es una novedosa técnica de modelación corporal. Es la mejor opción para combatir la celulitis y las adiposidades localizadas asegurando tratamientos cortos, indoloros, con resultados duraderos y visibles desde las primeras sesiones.
La ultracavitación es una técnica no invasiva que se utiliza para eliminar la grasa localizada. El proceso consiste en la aplicación de ultrasonidos a baja frecuencia en la zona a tratar que, a través de la piel, logran disolver las células adiposas para que luego sean eliminadas a través de la orina o el sistema linfático.
Este tratamiento se presenta muchas veces como una alternativa ideal a la liposucción. Sin embargo no es un tratamiento pensado para bajar de peso, sino para moldear la figura del cuerpo.
Según la Dra. Carolina Isola, la ultracavitación es una alternativa novedosa a la cirugía estética. Es un método indoloro que permite eliminar los depósitos de grasa sin pasar por el quirófano.
Si bien es un método muy seguro, como todo procedimiento estético, la ultracavitación está contraindicada en algunas situaciones con el fin de resguardar la salud de los pacientes. Este procedimiento está contraindicado en pacientes con enfermedades autoinmunes, con insuficiencia renal o hepática y en mujeres embarazadas o en período de lactancia.
También se recomienda no realizarlo en pacientes con problemas auditivos porque el aparato genera un zumbido que puede resultar molesto, en pacientes con cariopatí o epilepsia y en pacientes que lleven marcapasos.
Esta técnica debe ser llevada a cabo por un médico especializado en estética ya que los aparatos de ultrasonido generan demasiado calor y podrían resultar en quemaduras o ampollas. Además, el tratamiento no puede ser utilizado en zonas cercanas a ciertos órganos importantes del cuerpo, porque se corre el riesgo de causarles daño.
De cualquier modo, para acceder a este tratamiento es necesario, en la mayoría de los casos, firmar un acuerdo de consentimiento donde el paciente ratifique haber sido informado de estas contraindicaciones.
En primer lugar, es importante elegir a un cirujano certificado, que sea un profesional que conozca bien el sistema de cavitación ultrasónica y cuya clínica disponga del equipamiento necesario para garantizarse los mejores resultados. Aun siendo la cavitación un tratamiento de bajo riesgo médico, es muy importante acudir con especialistas para que determinen el mejor tipo de procedimiento según cada caso en particular.
En la página web de la SACPER, la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora existe un buscador de cirujanos certificados que puede ser filtrado por provincia.
En su primera consulta, el profesional evaluará la zona y se asegurará de que este sea el tratamiento idóneo. La opinión de un doctor es absolutamente necesaria para asegurarse el éxito y evitar resultados de los que luego podés arrepentirte.
En muchos centros de estética se ofrece una sesión gratuita informativa para consultar todas las dudas e inquietudes acerca de este método y consultar también el presupuesto.
Por la forma en la que los dispositivos de ultracavitación fueron diseñados, esta técnica se aplica en zonas corporales y no faciales. Están especialmente indicados para:
La eliminación de grasa localizada con esta técnica suele ser bastante alta, lo que conlleva a un descenso en la talla de ropa. También a una mejora de autoestima y condiciones psicológicas y sociales de muchas personas que se sienten incómodas por la localización de grasa en ciertos lugares que parecen no tener remedio.
El tratamiento consiste en la utilización de tecnología de ultrasonido de baja frecuencia que se irradia sobre los tejidos adiposos. El efecto que producen los ultrasonidos es el de "onda de choque", es decir, actúa sobre el interior de las células creando unas burbujas de aire pequeñas que explotan y rompen los adipocitos. Luego de que la grasa se destruye, los ácidos grasos que quedan dando vuelta son metabolizados por el organismo y eliminados como cualquier otro tipo de nutriente y deshecho alimenticio.
La aplicación de ondas de ultrasonido directamente sobre la piel forma unas pequeñas burbujas, las cuales acumulan energía hasta que implosionan. Esta implosión consigue destruir las células adiposas. La grasa de las mismas se elimina de nuestro organismo de manera natural por medio de la orina y el sudor. Según los especialistas del centro de estética Versace Patat, la piel perfectamente se va a ir retrayendo conjuntamente con la eliminación de adiposidad. De tal modo que la piel queda totalmente adherida a los planos profundos de la piel sin dejar ningún tipo de flacidez.
Los resultados son inmediatos. Normalmente, el paciente puede apreciar ligeramente algunos cambios con la primera sesión, aunque son necesarias por lo menos 12 sesiones de 40 minutos, cada tres días, para que se noten totalmente.
Entre los beneficios de la ultracavitación se encuentra el hecho de que se consigue eliminar de manera satisfactoria la grasa y sin dejar un efecto secundario siempre y cuando se lleven a cabo las indicaciones dadas por el especialista.
Además, la ultracavitación ayuda a la piel, ayudando a que se vuelva más elástica, lo que convierte a la ultracavitación en una buena alternativa al tratamiento de levantamiento de la abdominoplastia.
También mejora los resultados de una liposucción gracias a que esta ayuda a pulir o refinar la forma del cuerpo. Con una mayor precisión, la técnica empleada en la ultracavitación ayuda a que, luego de una intervención que deja la piel floja y flácida esta quede de manera natural, dándole el aspecto sano y joven.
La Dra. Carolina Isola recomienda que, cComo complemento, se utilicen en casa productos cosmecéuticos como Mira Dror. También aconseja realizar actividad física el día de la sesión y seguir durante 48 hs una dieta hipocalórica o baja en hidratos de carbono. Por otra parte, se recomienda tomar mucha agua antes y después de las sesiones.
Con respecto a las complicaciones, en algunas ocasiones puede producirse cierto enrojecimiento o inflamación en la zona que suele desaparecer pasadas unas horas. Si no se realiza un masaje de drenaje linfático, pueden aparecen pequeños cúmulos de grasa. Por ello, tras la ultracavitación se recomienda realizar masajes, drenaje o presoterapia para que las células grasas se eliminen y no vuelvan a ser reabsorbidas. Otros posibles efectos o reacciones son picazón, quemaduras y eritemas.
Para eliminar la grasa y las toxinas, antes y después de cada sesión, se recomienda tomar 1 litro y medio de agua. También es aconsejable hacer una dieta baja en calorías los días previos al tratamiento.