La hidrolipoclasia es un procedimiento propio de la medicina estética cuya finalidad es reducir tejidos adiposos del cuerpo, es decir, remover grasa abdominal o de algunas otras zonas corporales tales como el abdomen, los flancos, los muslos, las piernas y las caderas, al igual que la papada, sin necesidad de intervención quirúrgica. Esta palabra tiene su origen etimológico del griego hydor= agua; lypo=grasa; clasia=rompimiento. Existen varios métodos de hidrolipoclasia para la extracción de adiposidades sin necesidad de procedimientos quirúrgicos - entre ellos se encuentran la hidrolipoclasia con cavitación, ultrasonidos focalizados de alta densidad y presoterapia, hidrolipoclasia hipoosmolar, y láser lipólisis como lo señala el especialista Luis Martínez Salcedo.
Es por lo tanto una alternativa estética a la cirugía que cada vez se solicita más en las clínicas por su coste, y los resultados que se obtienen. Es el tratamiento ideal para aquellos que quieren reducir los tejidos adiposos y la celulitis, o piel naranja, sin necesidad de realizarse otros procedimientos como por ejemplo, la lipoescultura, la lipólisis por láser o la liposucción.
Pertenece al campo de la medicina estética, la cual se erigió en la década de los 70s en Europa, propagándose y especializándose posteriormente en los Estados unidos, y luego, perfeccionando la técnica mediante el estudio y la aplicación rigurosa del tratamiento. Fue el doctor Maurizio Ceccarelli quien en la década de los 90s desarrolló esta técnica.
Cualquier persona sana podría hacerse este tratamiento porque es una técnica menos invasiva que otras y no supone un riesgo. Sin embargo, hay quienes creen que antes de tomar la decisión de hacerte algún tipo de tratamiento estético, es importante consultar con nuestro médico de cabecera o algún especialista en el tema de estética y belleza, dado que, muchas de las veces, no siempre será necesario acudir a alguna de estas intervenciones, o simplemente, no todas las personas son aptas, bien por sus sistema inmune para responder a dicha intervención, o bien, por sus disposiciones fisiológicas que puedan desfavorecer la aplicación del tratamiento.
La hidrolipoclasia no está recomendada para pacientes con enfermedades infecciosas, tumores o inflamatorias. También está contraindicada para mujeres embarazadas o que estén amamantando. En el caso de personas que padecen patologías crónicas tales como el hipotiroidismo o la hipertensión se valorarán el historial médico del paciente y si está controlado por un especialista, el procedimiento solo supondrá un cambio en la medicación habitual.
Se trata de inyectar una solución salina al tejido adiposo para luego aplicar energía ultrasónica, es decir, formación de microburbujas y explosión y ruptura de los materiales biológicos; en este caso, en las células del tejido adiposo. De otra parte se aplica la denominada energía ultrasónica, la cual permite localizar más fácilmente los tejidos adiposos de la zona a tratar. El ultrasonido produce el efecto de la termogénesis, cuando las ondas se mueven dentro del agua o la solución fisiológica estéril, el resultado es la cavitación o movimiento intenso que hace que se remueva la grasa, se suelte y se disuelva naturalmente en el torrente linfático. Se utiliza una sonda ultrasónica que supera los 16 kHz, la cual hace una presión selectiva de modo negativo sobre las moléculas de grasa, conduciendo finalmente a la cavitación y fragmentación de dichas células adiposas. Se utilizan unas mini cánulas de proporciones a las de una jeringa convencional lo cual evita dañar el tejido tratado haciendo que el proceso de aspiración por medio de la cavitación se torne más sencillo, práctico y efectivo.
El doctor Pau Ornosa explica que la penetración de las ondas ultrasónicas requeridas para el tratamiento, depende en gran medida del equipo del ultrasonido y el efecto que cause sobre las interfaces como el músculo, la piel y la grasa.
Los efectos del ultrasonido en los tejidos adiposos son básicamente tres:
El propósito del efecto del rompimiento por aplicación de ultrasonido los triglicéridos que conforman los adipocitos de los tejidos adiposos son desplazados al espacio extracelular.
El procedimiento básicamente consiste en los siguientes pasos:
Sin duda, el principal beneficio de la hidrolipoclasia, a diferencia de los otros tratamientos estéticos, radica en la posibilidad de recibir los beneficios de la estética sin necesidad de una intervención quirúrgica. Pero además, existen otros beneficios:
Como se mencionó anteriormente, la hidrolipoclasia será más efectiva si está acompañada de una dieta equilibrada y ejercicio físico constante, ya que ayuda a reforzar el tratamiento en sus efectos, esto también lo comparte la Dra. Mª Angeles López Marín. Además, los expertos recomiendan las siguientes indicaciones:
La hidrolipoclasia en una técnica que, por lo general, no tiene efectos secundarios o riesgos para el paciente, siempre que esté a cargo de especialistas y se dé estricto cumplimiento a la normativa sanitaria y al protocolo médico determinado.
En caso de tener algún efecto secundario será leve, como por ejemplo, calor en la zona, enrojecimiento o purito pero todo ello será de poca duración.
Universidad del Rosario. (2020). HIDROLIPOCLASIA CON SOLUCIÓN SALINA HIPOTÓNICA VERSUS ISOTÓNICA EN ADIPOSIDAD LOCALIZADA. [online] Available at:https://repository.urosario.ed...[Accessed 28 Feb. 2020].