Es una enfermedad caracterizada por una producción excesiva de sudor en el paciente. Si bien esto sucede naturalmente en el cuerpo, al producirse de manera crónica puede causar problemas físicos y emocionales al interferir en relaciones personales, profesionales y actividades. Aunque esta enfermedad se desarrolla a nivel dermatológico, se origina por una falla en el sistema nervioso simpático que forma parte del sistema nervioso autónomo, cuando el cerebro envía la señal de producir más sudor del necesario para regular la temperatura del cuerpo.
Cada paciente y cada caso es único. Un disparador de la sudoración excesiva puede ser un embarazo, la obesidad, el consumo de alcohol, ciertas enfermedades, pero esta es en sí una patología que afecta al paciente, ya que impide tener contacto físico y el cuerpo se resiente por culpa de la deshidratación.
El exceso de sudor se manifiesta con síntomas generales como: sudoración palmar, plantar, axilar y facial, además de enrojecimiento de la piel del rostro.
Las causas de la hiperhidrosis en el cuerpo son tan variadas como los cuadros médicos de los pacientes que la presentan, sin embargo, actualmente hay una diversidad de opciones para que el paciente pueda llevar una vida normal.
Una persona con hiperhidrosis suele tener esta enfermedad desde el nacimiento, aunque no se demuestre de manera externa, su sistema nervioso comienza a fallar y se producen síntomas leves que pueden no ser detectados por los padres o los médicos. La pubertad es el momento en el que se pueden ver los síntomas de manera más clara gracias a la alteración hormonal que lo despierta o activa. Dada la biología única de cada persona, hay casos donde la sudoración se hace presente mucho antes de este proceso de desarrollo. Una vez que la hiperhidrosis se hace presente no se detiene, por lo cual es necesaria la detección temprana para que los tratamientos sean más efectivos.
Un 3% de la población sufre de sudoración excesiva primaria, afectando por igual a hombres y a mujeres, siendo además una enfermedad hereditaria, ya que el 40% de los pacientes tienen familiares que también la padecen.
El médico indicado para tratar la hiperhidrosis debe tener la preparación y certificaciones para atender esta enfermedad correctamente, esto lo podés verificar visitando las páginas de la Asociación Médica Argentina (AMA), Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) o la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. El especialista será quien evalúe el caso y a partir de ese diagnóstico sugerirá un tratamiento.
En la primera consulta con el especialista debés contarle todos los detalles sobre tu sudoración excesiva, cómo esta afecta tu vida diaria, cuándo aparece (algunas personas la presentan solo en situaciones de estrés o sufren de sudoración nocturna), y qué síntomas relacionados presentas. El médico deberá estudiar el caso particular para determinar el grado de sudoración excesiva que presentás para poder realizar un diagnóstico.
Actualmente, existe una diversidad de tratamientos disponibles para los pacientes con hiperhidrosis y puede accederse a ellos a partir de la visita, diagnóstico y receta de un especialista en el área. Según los expertos de la Clínica Estetis, existen dos tipos de tratamientos:
Tratamientos transitorios
Tratamientos permanentes
Aunque existe toda una variedad de tratamientos efectivos, también hay remedios caseros que pueden ayudar a extender su efecto o tratar tu hiperhidrosis si el nivel que presentas es sumamente leve. Para esto puedes tomar nota de las siguientes recomendaciones:
Según los expertos del Instituto Médico Rodriguez Saa es importante además tener cuidados especiales al exponerte al sol o pasar por las temporadas más calurosas del año, cuidando las horas de exposición, usando ropa fresca, y estas son recomendaciones que se deben seguir desde la niñez.
Suele ser causada por condiciones neuronales y hereditarias, pero hay elementos externos que pueden influir en que sus síntomas aparezcan o se activen. Estos pueden estar asociados a otras alteraciones como un mal funcionamiento de la médula espinal, lesiones cerebrales, intoxicaciones de Mercurio, lesiones tumorales intratorácicas, neuropatías periféricas, problemas sistémicos entre otros.
Los expertos del Instituto Médico Rodriguez Saa señalan además que hay situaciones que pueden activar la hiperhidrosis como la actividad física, algunos fármacos y la reacción a ciertos alimentos. Además podemos enumerar otras causas externas como:
Causas menos comunes: entre estos podemos encontrar desde la llegada de la menopausia hasta el Parkinson, el hipertiroidismo, enfermedades cardíacas, cáncer, síndrome carcinoide y acromegalia.
Hoy en día hay una variedad de tratamientos tópicos, químicos, físicos y hasta quirúrgicos que son capaces de disminuir la sudoración excesiva y devolverle al paciente su calidad de vida, según afirman los expertos del Instituto Médico Rodríguez Saa. Resaltando además que el tratamiento con bótox es capaz de regular la producción de sudor a través del bloqueo en la transmisión nerviosa de los mecanismos que activan las glándulas sudoríparas, es una solución temporal que debe ser retocada al menos cada seis meses pero no requiere de reposo ni baja laboral.
Además, este tratamiento se realiza de forma ambulatoria y es de aplicación rápida. Algunos efectos secundarios temporales son el adormecimiento pasajero de la zona donde se aplica (axilas, manos y hasta planta de los pies), también pueden aparecer puntos rojos o morados en el área tratada, por lo cual es recomendable no masajear esa zona ni realizar actividades física el mismo día que se realiza el tratamiento.
Sociedad Argentina de Medicina Estética. (n.d.). Toxina Botulínica: uso en medicina clínica y estética. [online] Available at: https://www.soarme.com/archivo... [Accessed 7 May 2019].