EL AUMENTO DE BUSTO POR 24 HORAS, UNA NUEVA MODA ENTRE LAS FAMOSAS

Miley Cyrus y Kendall Jenner ya probaron esta nueva técnica exprés que cuesta 2.000 euros y que puede tener efectos adversos.

Para algunas tomar la decisión de un cambio definitivo en la imagen puedo no ser tan sencilla. Pero si la práctica tiene resultados momentáneos cambiarían la respuesta.

A esta reacción apunta la moda del aumento de lolas exprés, una nueva técnica que produce efectos por 24 horas y tiene un costo de 2.000 euros. Famosas como Miley Cyrus y Kendall Jener ya lo probaron.

En un principio, el tratamiento se aplicaba para mostrar a las pacientes que iba a hacer un implante de siliconas, cómo sería el cambio.

La intervención dura aproximadamente 20 minutos y, según el cirujano neoyorkino plástico Norman Rowe, elegido por muchas celebrities internacionales, los resultados son similares a los de la cirugía de aumento de mamas convencional.

Consiste en la aplicación de suero fisiológico bajo la piel de las mamas. Las células absorben la mezcla de disolución de agua y cloruro sódico.

Ante esta nueva moda, médicos españoles advertieron que la técnica no está exenta de riesgos. Entre las posibles complicaciones se encuentran el daño de los vasos sanguíneos e incluso infecciones que causen graves consecuencias. Por el contrario, Norman Rowe asegura que el tratamiento no es peligroso.

El médico argentino Alfredo Romero -especialista en cirugía plástica, estética y reparadora-, por su parte, brinda una opinión mas amplia. "Es preferible apostar a una intervención más duradera. No estoy particularmente en contra pero en el ámbito de la cirugía plástica no es la opción más recomendada. La intervención es bastante segura, lo que no implica que los riesgos no existan. Además, hay que aclarar que es molesto para el paciente. Existen otras alternativas de mayor duración que valen realmente la pena. ¿Para qué someterse a una operación quirúrgica cuyo efecto caduca en 24 horas y que tiene un costo alto?", aclara.

Fuente: Entre Mujeres – Clarín