Mantener la cirugía estética en secreto

Cada día son más los hombres y mujeres que deciden someterse a algún tratamiento estético. Hay quienes no tienen problema en reconocer que se pusieron prótesis o que se hicieron una lipo para afinar la cintura. Sin embargo, hay otras personas que no están de acuerdo con contar su historia y prefieren mostrar los resultados pero sin dar detalles del tratamiento.

¿Por qué guardar el secreto? Hay quien prefiere que los demás crean que tiene una belleza atemporal, pero en la mayoría de los casos es porque el paciente teme que los demás lo consideren una persona frívola o materialista que solo se preocupa por su aspecto.

Hay que decirlo. No está mal preocuparse por tener una buena imagen. Si nos maquillamos para estar más guapas o elegimos las prendas que mejor nos quedan, también podemos optar, por ejemplo, por eliminar las arrugas del rostro o poner más volumen en la zona de glúteos. Y, en ciertos casos, la cirugía estética es una buena manera de superar un complejo físico que nos baja la autoestima.

Qué tener en cuenta si querés guardar el secreto

Si estás pensando en hacerte una cirugía y no querés que nadie se entere tenés que plantearte una estrategia. Primero: no todas las operaciones se pueden ocultar. Por ejemplo, podés disimular un relleno facial pero no una liposucción. No solo por los resultados finales, sino porque durante unos días vas a necesitar algo de ayuda en las tareas más rutinarias y alguien te va a tener que dar una mano.

En el caso de una cirugía, vas a tener que pedirte unos días en el trabajo y las personas más cercanas a vos deberían saberlo y acompañarte durante la operación y después también. Tené en cuenta que para que nadie se de cuenta, los cambios tienen que ser sutiles. Si te aumentás un talle el busto, nadie se da cuenta. Ahora, si te ponés unas prótesis tres veces más grandes, probablemente te pregunten si te hiciste algo (aunque no haga falta preguntarlo).

Algunos consejos

Si pensás hacerte una lipo y sabés que los cambios en el cuerpo van a hacer mínimamente visibles, empezá a preparar el terreno unas semanas antes. Por ejemplo, contales a tus colegas de trabajo que te pusiste a dieta y, durante un tiempo, usá algo de ropa más suelta. Después de operarte empezá cambiá a la ropa entallada. Todo el mundo va a pensar que la dieta dio resultado.

Ojo con los moretones y la inflamación. Es normal que pase esto después de la cirugía. Cuando se trata del cuerpo no hay problema (mejor si es invierno así podés cubrirlos), pero si es en la cara, pensá en que sí o sí se van a ver. O pensá un plan B.

Y lo más difícil: el vecino. Si te vas a operar y no querés que te agobien con preguntas molestas, quedate en casa. Antes del tratamiento andá al super y comprá todo lo que necesitás. Lo mejor es que le digas a todos que te vas unos días de viaje y te quedes con algún buen conocido para que te de una mano.

Otros tips. Para que no te maten a preguntas en el trabajo, tratá de hacerte el tratamiento en vacaciones. Y si la zona a tratar es el rostro, puede ser una buena idea hacer algún otro cambio de imagen que distraiga la atención de los curiosos. Por ejemplo, cortate el pelo, teñite, cambiá el maquillaje.

La infidelidad cosmética

No te persigas tanto. Hoy en día es súper común hacerse tratamientos estéticos. Y también es común que no quieras contarlo. No obstante, hay casos muy extremos que se conocen como infidelidad cosmética.

¿Cuándo hablamos de "infidelidad cosmética"? En el caso de aquellos pacientes que se realizan operaciones o tratamientos estéticos y se los ocultan a su pareja. Algunos lo hacen por simple hedonismo. En otros casos tiene que ver con una cuestión económica, se evita discutir con la pareja acerca del dinero que se invirtió en ciertos tratamientos.

Si es tu caso, contanos en el foro de Esteticas.

¿Y...si te descubren?

Por mucho que quieras ocultarlo puede ser que se den cuenta y te pregunten. Es cosa tuya contarles el secreto o no. Al fin y al cabo, por mucho que hablen los demás la verdad solo la sabés vos.

Y si se dan cuenta, cero problema. No tenés que sentir vergüenza por nada. Miles de personas se someten cada año a intervenciones de cirugía estética para verse mejor. Estar contento con uno mismo y con su propio cuerpo es una buena sensación.

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