Implante mamario armónico y seguro

Implante mamario armónico y seguro
El Dr. Rogelio López Guillemain es médico especialista en cirugía plástica, estética y reparadora. Es encargado del servicio de Cirugía Plástica en el Hospital Domingo Funes de Córdoba.
Creación: 3 ene 2018 · Actualización: 4 dic 2018

Las mamas en la mujer son, sin lugar a dudas, dos glándulas que hechizan al hombre. Ellas se comportan como dos imanes que atraen su mirada, tal como lo prueba un estudio efectuado en Estados Unidos en el que, mediante cámaras ocultas en gafas, se demostró que lo primero que miran los varones de las mujeres son sus senos.

Las mamas son a la vez blanco, tanto del deseo sexual del adulto, como de la avidez por alimento del infante. En la propia mujer, su posesión despierta sentimientos dispares, erotismo y cobijo, sexualidad y maternidad.

Sus curvas han estado presentes a lo largo de nuestra historia, de nuestro arte en pinturas, esculturas y poesías, en la mitología, en la psicología y desde luego en las fantasías masculinas. Su destacada presencia ha recorrido un largo camino en la historia de la humanidad, presencia que descubrimos plasmada en el arte. Desde la Venus de Lespugue, con unos 20.000 años de antigüedad, pasamos por diferentes épocas; con mamas que reflejaban la posición de la mujer en la sociedad, así vemos como en el clasicismo, en el renacimiento, en el modernismo o en la actualidad ha cambiado la altura del escote según el estado de liberación de la mujer. La mujer siempre conoció el poder de sus hipnóticas glándulas, y adaptó su vestuario a los requisitos del momento. Llegando a nuestros días, descubrimos que ha habido un cambio en la fisonomía de la mujer. Era muy frecuente que nuestras abuelas "sufrieran" el peso de sus mamas abultadas, mientras que, las mujeres en los últimos 40 años, están preocupadas por resolver el problema de sus pechos pequeños. Que pasó entre estas generaciones que cambiaron tanto? No lo sé. Quizás la dieta actual o el mayor cuidado del cuerpo de la fémina contemporánea o, a lo mejor, se debe a un cambio evolutivo que estamos transitando.

Lo cierto es que las mujeres concurren a la consulta buscando aumentar el tamaño de sus bustos, intentando acercarse al modelo de belleza femenina actual. Es llamativo ver cómo, mujeres retraídas y tímidas cambian luego de la cirugía, transformándose en personas más extrovertidas, seguras de sí mismas.

La primer cuestión a dilucidar es el tamaño del implante a utilizar. Es importante entender que no todas las mujeres son iguales, por lo tanto, lo que "se puso" María no le va a servir necesariamente a Susana. Pero no termina ahí la cosa, la misma persona no es la misma persona a lo largo de su vida, sus metas, parámetros, deseos y expectativas son distintas a los 18, a los 40 o a los 60 años; por lo tanto, el tamaño del implante que vayamos a utilizar deberá responder a las necesidades de una persona determinada, de una edad determinada y que vive en un contexto determinado. Luego, yendo a lo eminentemente técnico, los implantes pueden colocarse detrás de la glándula mamaria o detrás del músculo pectoral mayor. A su vez, el lugar por el que lo implantemos, y por ende la localización de la cicatriz, podrá estar ubicada en el borde de la areola, en el surco submamario o en la axila.

Esta es una cirugía ambulatoria, que suele combinarse con otros procedimientos como la lipoaspiración. Requiere de un postoperatorio no muy complejo, si es fundamental, que el cirujano tenga profundos conocimientos en el manejo del dolor, para que esta intervención no se transforme en una tortura, con la correcta administración de analgésicos el dolor no debe ser un problema que martirice a la paciente.

La idea es que la paciente disfrute de la cirugía y no que la padezca, y no hablo solo del dolor postoperatorio, me refiero a resultados no deseados, insatisfacciones que proceden de la búsqueda de resultados imposibles, de metas inalcanzables con las que fabula una paciente que no es orientada y correctamente aconsejada por su médico.

Los senos, junto a la sexualidad, han ido variando al ritmo de los tiempos. Desde grandes mamas al natural en la prehistoria, a pequeños y ocultos en la época clásica, de frescos y liberados en el renacimiento a atrevidos y carnales en la actualidad. Para finalizar debemos recordar que, las mamas fueron, son y serán el estandarte de la femineidad; y por otro lado, es fundamental nunca perder la noción del todo del cuerpo, para que al elegir el tamaño del implante que colocaremos, lo hagamos teniendo en cuenta los aspectos físicos, psicológicos y sociales de la paciente, así nuestro resultado será armónico y por ende estético.

Repetía mi abuelo un aforismo "No tomes más de lo que tu mano puede tomar…", si bien esta frase se refiere a no ser avaro, se puede aplicar perfectamente a los principios de la cirugía de aumento mamario.

Palermo (Buenos Aires), Capital Federal
Dr. Diego Mayer
Balvanera (Buenos Aires), Capital Federal
Recoleta (Buenos Aires), Capital Federal
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