Ortodoncia: estética o salud
La estética va de la mano de la salud, están estrechamente interrelacionadas. Algo que no está sano no es estético, por lo tanto dar o devolver salud significa dar estética: lo que está sano se ve lindo.
Tener una mala mordida afecta la salud bucal. Pero, cómo?
La maloclusión puede ser de origen dentario (dientes torcidos), esqueletal (huesos alterados en forma y posición) o ser una combinación de ambos.
- Si los dientes están torcidos, el paciente no puede higienizarse bien y esto favorece el acúmulo de placa bacteriana entre los dientes, que si no es removida a tiempo se transforma en sarro y debido a esto se generan problemas de encías, que según su grado de evolución se diferencian en gingivitis (el más leve) y periodontitis (el más grave), este último puede derivar incluso en la perdida de piezas dentarias. Ambos cursan con sangrado, mal aliento y mucho dolor.
- Esa misma placa bacteriana y sarro entre los dientes apiñados y rotados, además de los problemas de encía ya citados generan a su vez caries, que por lo general no pueden visualizarse bien porque se ubican en las caras de los dientes que se encuentran "escondidas por el apiñamiento" y se descubren cuando duelen y por lo tanto ya son grandes y pueden llevar a la necesidad de tener que realizar un tratamiento de conducto o que se provoque gran destrucción del diente.
- Cuando los que están afectados son los huesos, están afectadas las posiciones o los tamaños de los maxilares (huesos de la cara que alojan a los dientes), es una situación más compleja, y puede asociarse también con alteraciones en las siguientes funciones:
- Respiratoria
- Deglutoria (forma de tragar)
- Fonatoria (forma de hablar)
- Postura
Cuando alguna o varias de estas funciones están alteradas, se hace necesario el trabajo interdisciplinario y deben ser tratadas en conjunto con médico/a Otorrinolaringólogo, Licenciado/a en Fonoaudiología y Licenciado/a en Kinesiología para devolver un equilibrio total.
Los niños que respiran por la boca, suelen presentar alteraciones en el desarrollo de los huesos maxilares, con un paladar alto y estrecho, un maxilar superior pequeño en el que no entran los dientes, que se proyectan hacia adelante y por lo tanto hay una separación importante entre los dientes de arriba y los de abajo, en donde se superpone el labio y la lengua para hablar o tragar, y además se producen alteraciones en la postura, teniendo una actitud jorobada con la pelvis proyectada hacia adelante. Cuando se trata de modo interdisciplinario estos síndromes, se devuelve salud a todas las funciones, tan importantes como la respiración, que es vital, de la que depende también el buen rendimiento escolar, el hábito de tragar bien, necesario para la correcta alimentación y la prevención de enfermedades gastrointestinales y la buena pronunciación de las palabras.
En un 90% de los casos se realizan tratamientos de Ortodoncia buscando el normal funcionamiento del sistema para ayudar a resolver alguno de estos temas, así como para favorecer la erupción correcta de todos los dientes en niños, proteger las articulaciones, las encías y evitar problemas en el futuro. En un porcentaje muy reducido de los casos se colocan brackets para resolver solo un tema estético pero es lo que menos sucede, por lo general es un tratamiento integral, que al dar estabilidad a la mordida, brinda salud y estética a la sonrisa y al perfil facial del paciente.
Con los tratamientos de Ortodoncia se busca dar salud a la boca y al macizo craneofacial para que todos sus componentes funcionen adecuadamente y para que de este modo la boca se vea bella y contribuya a mejorar el bienestar de la persona, su autoestima y su calidad de vida.
Es importante que los niños puedan realizar durante el período de crecimiento y desarrollo una consulta con un Especialista en Ortodoncia, quien está capacitado para poder detectar señales que indiquen el comienzo de la formación de una mala mordida y puede tomar las medidas necesarias para interceptar esas señales, resolverlas a tiempo y de este modo evitar problemas en la etapa adulta o bien, minimizarlos. Cuando se trata de adultos, nunca es tarde para hacer una consulta con el Ortodoncista porque siempre se pueden mejorar las malas posiciones dentales o se puede colaborar cuando el paciente necesita rehabilitar piezas perdidas y para ello debe reacomodar las piezas que se movieron a causa de aquello, para poder colocarse implantes y prótesis, a su vez mejorar el habla, la masticación, la apariencia y el bienestar.
