Lo que necesitás saber sobre el posoperatorio de la otoplastia
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En esta nota te contamos en qué consiste la otoplastia, una cirugía que busca corregir los defectos estéticos y funcionales de las orejas. Es una cirugía sencilla y la recuperación es rápida y sin complicaciones.
Los defectos de las orejas como las llamadas "orejas en asa" o las que sobresalen de la cabeza, son un problema estético que afecta a muchas personas. En el caso de los niños, este pequeño defecto puede convertirse en un problema para relacionarse con sus compañeros. Por eso a veces se realiza desde temprana edad.
¿Qué es la otoplastia?
La otoplastia es una cirugía estética y funcional que permite corregir la forma de las orejas. La operación consiste en tallar el cartílago para adaptarlo a la forma y tamaño de la cabeza del paciente. Es una operación sencilla y de carácter ambulatorio. Se utiliza por lo general anestesia local y sedación para que el paciente se relaje.
Si bien se trata de una cirugía de carácter ambulatorio, el cirujano puede recomendar la internación del paciente por unas horas antes de volver a casa. Es un período prudente de observación para comprobar que no hay reacciones adversas a la anestesia ni problemas después de la intervención. Una vez en casa, el paciente debe seguir una serie de recomendaciones y cuidados para que la recuperación sea rápida y efectiva.
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El posoperatorio de la otoplastia
Cualquier cirugía, por más sencilla que sea, requiere de un tiempo de recuperación. Hay que curar bien las heridas para que las cicatrices sean prácticamente invisibles. Dentro de los riesgos posoperatorios más habituales se pueden mencionar la mala cicatrización de la herida, la aparición de necrosis en la piel, seroma y, en los casos más graves, reacciones adversas a la anestesia e incluso embolia pulmonar.
Para evitar este tipo de problemas y complicaciones, hay que seguir las recomendaciones del médico. Los primeros días después de la operación es notmal sentir molestias o notar que la zona está inflamada. Las orejas tienen que estar vendadas para que mantengan la posición correcta. Si se siente dolor se puede tomar algún analgésico permitido por el médico.
Al cabo de dos o tres días, el cirujano retira la venda posquirúrgica pero es probable que el paciente tenga que utilizar otro tipo de vendaje de contención. Pasada una semana desde la operación, el paciente puede reincorporarse a su rutina habitual, laboral o escolar. Pero la recuperación total lleva de cuatro a seis semanas.
Un aspecto fundamental a tener en cuenta es la higiene y la curación de la herida. Utilizar preferentemente agua tibia y jabón neutro y secar con pequeños toquecitos o con aire frío. Prohibido frotar con la toalla.
No todos los pacientes tienen el mismo período de curación. Algunos sanan antes y otros después. Depende de muchos factores como la edad, el tipo de piel, etc. Es fundamental hacer las consultas necesarias y controles con el médico para estar seguros de que todo evoluciona correctamente.
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Descanso y actividad física
La actividad física puede retomarse recién al mes de la operación y lo mejor es empezar de a poco, con una rutina liviana. Evitar principalmente los deportes de contacto que puedan llegar a dañar la zona tratada.
Para dormir hay que utilizar un vendaje especial al principio y una cinta elástica después. El objetivo es proteger la herida pero también ayudar a que cicatrice correctamente y no pierda la forma. Cuando pase el tiempo de recuperación, no hace falta nada más. En ese momento las heridas ya estarán curadas y no habrá riesgo de infección. Una de las recomendaciones especiales que hay que considerar es proteger la zona de la cicatriz con protector solar al menos veinte minutos antes de exponerse al sol.
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