En los últimos años la cirugía de aumento de pómulos ha tenido mayor demanda tanto en hombres como mujeres, ya que corresponde a uno de los 3 factores de la cara denominado “triángulo de la belleza’’. Según datos de la ISAPS Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética por sus siglas en inglés, en 2020 alrededor de 9.940 personas en el mundo se realizaron algún tipo de intervención con la técnica de “Fat Grafting Face’’ o injerto de grasa en la zona de los pómulos o en algún sector de la cara, ubicándose en el sexto lugar como la intervención más demandada.
La cirugía de aumento de pómulos, junto a otras intervenciones como la cirugía de mentón y la rinoplastia, es una de las cirugías estéticas que busca la armonía facial, y que tiene como principal objetivo mejorar el contorno, aumentar el volumen y reafirmar los tejidos de la zona de las mejillas.
Es importante señalar, que los pómulos son los huesos de la cara situados bajo los ojos, conocidos como mejillas, por lo que la principal finalidad de la cirugía estética de aumento de pómulos es acentuar la zona periorbitaria y ampliar el óvalo de la cara. De acuerdo con la Sociedad Argentina de Medicina Estética este tratamiento resulta ideal para aquellas personas que tengan poca o ninguna elevación en esta zona y busquen definir y enmarcar mejor la mirada.
Según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica esta cirugía está destinada a personas que hayan alcanzado el desarrollo físico en el cráneo y la cabeza, lo que generalmente ocurre en la adolescencia tardía.
Está principalmente indicada para personas que posean un malar (hueso situado al nivel del pómulo) poco desarrollado. También se puede realizar en combinación con el lifting y con la rinoplastia.
La mejor edad para realizar esta cirugía dependerá de cada paciente, pero se realiza más comúnmente en personas mayores de 18 años. Así mismo, el paciente ideal para este tipo de cirugía es un paciente que goce de buena salud física y estabilidad mental.
Por una parte, puede haber pacientes jóvenes que vayan a la consulta de un cirujano con la necesidad de volumen para aumentar la proyección de las mejillas, o un paciente mayor que por temas de flacidez u otros, quiera reafirmar los tejidos realizándose este procedimiento. Para ambos casos, deben someterse a la exhaustiva evaluación de un especialista para que les recomiende el mejor tratamiento.
No se recomienda a pacientes que no tengan un buen estado de salud o personas que tomen anticoagulantes.
Es muy importante tener en cuenta varias consideraciones antes de elegir al cirujano que estará encargado de la intervención. Para ello, es fundamental informarse sobre las distintas clínicas, hospitales o centros médicos que ofrecen la cirugía de aumento de pómulos. Como segundo paso es vital averiguar cuáles son los especialistas que cuentan con la experiencia necesaria para realizar este procedimiento y constatar que sea un profesional que esté certificado.
En ese contexto, se puede definir como un cirujano plástico certificado como aquel que tiene la titulación de Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora reconocida por el Ministerio de Salud, y además, registrada en un Colegio de Médicos.
Otro punto a considerar es la comunicación efectiva entre doctor y paciente, ya que el profesional debe hablar de forma clara y realista sobre los resultados. Por ello, la SACPER, suele hablar de “expectativas reales” para que ambos valoren los futuros resultados de cada operación, por encima de otros factores como por ejemplo, económicos.
Desde la ISAPS, International Society of Aesthetic Plastic Surgery, se recomienda seguir estos consejos antes de elegir a un cirujano plástico:
Durante la primera cita, el cirujano evaluará aspectos como las mejillas planas, que generalmente se heredan de los padres o de pérdida de volumen facial, que puede darse por el proceso natural de envejecimiento.
Según explica la Sociedad Americana de Cirugía Plástica, la primera cita es clave para evaluar al detalle las características faciales del paciente. Para ello, el cirujano certificado examinará tu cara, tomando fotografías y recomendando los procedimientos que tienen más probabilidades de alcanzar sus objetivos, maximizando los resultados y reduciendo al mínimo el tiempo de recuperación.
Además, el cirujano debe tener en cuenta otros factores a considerar como la salud general del paciente, la edad, el estado físico, para prever cualquier tipo de complicación durante la cirugía. Por otra parte, es importante que en esta primera cita se aclaren todas las dudas con respecto a los resultados esperados, beneficios, posibles complicaciones, costes, entre otros.
Como último punto a considerar, recordá comentarle a tu cirujano si sos alérgica/o a algún tipo de medicamento o si sos fumador/a, ya que estos factores influirán en el proceso y recuperación de tu cirugía.
Existen diferentes métodos para el aumento de pómulos, pero dentro de los más utilizados están:
Al tratarse de un procedimiento ambulatorio, el cual no necesita el ingreso del paciente en el centro médico, la recuperación es bastante rápida.
Dependiendo de cuál de los tres procedimientos se realizaron dependerá el tiempo de recuperación.
La principal ventaja de este procedimiento es que se pueden visualizar los resultados en muy pocos días. El principal beneficio de esta cirugía es que mejora la imagen general del paciente y permite que el resto de los rasgos faciales parezcan más prominentes.
Al salir del centro médico y en los días postoperatorios, el paciente podrá experimentar diferentes molestias o signos en la piel que son considerados como normales:
A partir de las 72 horas, las molestias irán disminuyendo. Puede precisar algunos días de reposo según sea cada caso. Importante también evitar el sol y la depilación en la zona de la cirugía.
No se recomienda realizar ningún tipo de ejercicio físico durante 2-3 semanas, ya que todo lo que produzca una elevación de la presión arterial puede causar sangrado.
Se recomienda, sobre cualquiera de los 3 casos, dormir con la cabeza a más altura del cuerpo y boca arriba, para evitar cualquier roce que potencie la inflamación de los tejidos. Para ello, podés ponerte hasta dos o tres almohadas bajo la cabeza y espalda para quedar en una posición reclinada. Esta postura reduce el dolor y la hinchazón.
A las 2 o 3 semanas, en el caso de los implantes, ya se pueden reanudar las actividades habituales sin ningún problema.
Los resultados de esta cirugía son múltiples:
SECPRE. (2022). Implantes Faciales. [online] Available at: https://secpre.org/implantes... [Accessed 5 Aug. 2022].
American Society of Plastic Surgeons. (2019). Cheek Augmentation. [online] Available at: https://www.plasticsurgery.org... [Accessed 11 Mar. 2019].