A medida que envejecemos, la piel y los músculos de la cara pierden tonicidad. El lifting facial es un procedimiento que busca reposicionar los tejidos caídos y reducir los pliegues o las arrugas. El lifting trata las estructuras más profundas de los tejidos faciales y puede realizarse de forma aislada o como complemento de otros tratamientos o intervenciones como por ejemplo la cirugía de párpados (blefaroplastia).
El lifting es el levantamiento y reposicionamiento de las estructuras faciales que se descolgaron como efecto de la edad. También se lo conoce como estiramiento facial o ritidectomía y es una de las intervenciones quirúrgicas más realizadas para obtener un rejuvenecimiento facial.
El lifting permite estirar los tejidos flácidos que son consecuencia del envejecimiento, de la exposición al sol, del estrés, de malos hábitos alimenticios o producto de factores hereditarios. La flacidez altera la forma del óvalo facial, aparecen surcos y arrugas en el rostro y en el cuello. El procedimiento se realiza en un quirófano, con anestesia general o local con sedación.
Con esta técnica es posible sacar la grasa que hay en exceso o estirar la piel para que se vea más firme y tonificada. Siempre se realiza procurando conservar el aspecto natural y los rasgos faciales de cada paciente pero con una apariencia rejuvenecida.
Según el Dr. Bukret la mayoría de las consultas por lifting son de hombres y mujeres que notan que la piel de la cara o del cuello se está empezando a arrugar o descender, aparecen arrugas, ojeras y perdida de volumen facial. El lifting no quita edad, pero sí aporta una apariencia rejuvenecida.
La mayoría de los pacientes tienen entre 35 y 65 años y aproximadamente un 75% tiene un riesgo de complicaciones bajo. El lifting puede hacer que parezcan más jóvenes sin cambiar la apariencia ni las facciones.
En la primera consulta se comprobará el estado de salud del paciente para determinar cuál es el riesgo de complicaciones. Es importante no omitir información y compartir sus datos correctamente para ser evaluada con precisión, poder darle recomendaciones personalizadas y prevenir complicaciones. Además, este breve cuestionario le ayudará a bajar los riesgos y optimizar los costos.
En
la consulta presencial se
analizará la forma del rostro y de las estructuras óseas, evaluando
las posibles soluciones quirúrgicas o
alternativas de tratamiento. En
esta primera consulta, el especialista explicará en detalle las
técnicas y el tipo de anestesia a utilizar,
y los posibles riesgos de la
cirugía en su caso particular.
Lo ideal es que preguntes en esta instancia todas las dudas que
tengas.
En
las consultas previas a la cirugía, el profesional dará
instrucciones específicas para prepararse antes de la intervención,
como la dieta, el consumo de tabaco o la toma de medicamentos y
vitaminas.
Como cualquier otra cirugía estética, el lifting se realiza siempre en un quirófano y puede requerir una noche de internación. El tipo de anestesia a utilizar depende de cada paciente. En la mayoría de los casos se utiliza anestesia general endovenosa o sedacion y anestesia local, pero hay algunos casos en los que el profesional puede recomendar el uso de anestesia local.
Según el Dr. José Luis Moretti, en cada caso la colocación y la extensión de las incisiones puede variar. Los resultados también difieren si se combina este tratamiento con otras técnicas complementarias como la cirugía de párpados o el aumento de pómulos.
Existen diferentes tipos de técnicas o procedimientos en función de la zona a intervenir:
En
algunos
casos se coloca
un drenaje en la parte de atrás de las orejas para eliminar el
líquido que se pueda acumular. Las
cicatrices se protegen
con un vendaje 24 a 48 hs.
Aunque la cirugía de lifting facial es segura, pueden darse ciertas complicaciones como en cualquier procedimiento quirúrgico. Pueden quedar cicatrices, pero si el cirujano plástico es experimentado puede lograr que se vean lo menos posible.
Entonces, si el lifting o estiramiento facial es realizado por un cirujano plástico calificado, prácticamente no existen riesgos ni complicaciones. No obstante, cada paciente es un caso único, dispone de una anatomía y reacciones físicas particulares y las capacidades de curación difieren de uno a otro. Esto puede alterar los resultados o hacer que se tornen menos predecibles.
Es importante saber que los pacientes deben cumplir con los cuidados y controles postoperatorios adecuadamente para obtener los mejores resultados.
Las
molestias derivadas de la cirugía suelen ser temporales, como
la retención de sangre o líquido debajo de la piel, la
aparición de costras o el entumecimiento de la zona tratada. Aunque
no es habitual, la cirugía puede afectar de
forma temporal algún nervio o
producirse una infección en menos del 1 %
de los casos. Es
normal también que salgan moretones e
hinchazón en el área operada
durante 2 a 3 semanas en la mayoría de los casos. La hinchazón por
tiempo prolongado aparece en pacientes con alteraciones hormonales,
debe ser tratado oportunamente y puede alterar los resultados.
Una manera eficaz de minimizar los riesgos es siguiendo de manera cuidadosa las recomendaciones e instrucciones del cirujano en las instancias pre y posquirúrgicas.
Algunas de las complicaciones más comunes de esta cirugía son:
Al cabo de dos o tres semanas desde la fecha de la cirugía, el paciente puede retomar sus actividades cotidianas y reincorporarse a su trabajo. Las cicatrices se van haciendo menos visibles con el tiempo y quedan disimuladas en el cuero cabelludo.
El especialista puede recetar algún antibiótico o medicación especial para aliviar las molestias. Durante los primeros días de postoperatorio de la cirugía, el paciente tiene que mantener elevada la cabeza para reducir la inflamación. Si se le colocó drenaje, se retirará al cabo de unos días, normalmente entre el primero y el quinto. Los puntos se retiran a los cinco días.
Aunque la mayoría de los pacientes que se hacen un lifting o estiramiento facial se encuentran bien a los 2 días, es necesario hacer reposo al menos una semana. Es normal que la zona de la cara y el cuero cabelludo queden más sensibles durante un tiempo. Hay que tener cuidados especiales durante el posoperatorio y evitar actividades extenuantes durante al menos 2 semanas, evitar los baños de sauna y la exposición al sol.
Es fundamental descansar y dejar que el cuerpo use toda su energía en el proceso de curación. Al principio puede parecer que las facciones del rostro son raras, pero es un efecto visual producto de la inflamación. Asimismo, los movimientos faciales pueden resultar un poco más lentos y algunos moretones pueden tardar entre 2 y 3 semanas en curarse.
Se puede retomar la actividad laboral a los 10 días o 2 semanas después de la cirugía. El maquillaje ayuda a disimular los moretones y las cicatrices.
Según el Dr. Moretti, los resultados del lifting dependen de las condiciones de la piel y de la estructura ósea de cada paciente. Leé más detalles en esta nota.
Como en toda cirugía, en el lifting también quedan cicatrices, aunque se disimulan con el cuero cabelludo o detrás de las orejas. Son discretas y se disimulan bien. Con el tiempo se vuelven más claras.
Depende de si es un lifting parcial o completo. Si la cirugía facial es completa, es decir, se tratan también los párpados, la frente, el tercio medio y el cuello, lo mejor es usar anestesia general. Hay que tener en cuenta que, en estos casos, la cirugía dura hasta 5 horas.
No es doloroso. Pueden sentirse algunas molestias pero tolerables. Después de la cirugía se coloca un vendaje en la cabeza y en algunos casos se pueden poner también drenajes.
Por 2 o 3 días hay que dormir con la cabeza elevada para evitar hematomas y reducir la inflamación.
Se considera conveniente a partir de los 40 años. Antes de eso, se pueden utilizar otras técnicas de rejuvenecimiento facial no invasivas como los rellenos faciales o la radiofrecuencia.
Después de la operación hay que esperar entre cuatro y cinco días para salir a la calle. Los moretones se van atenuando dentro de los 15 días posteriores a la cirugía.
SECPRE. En qué consiste el lifting. Enero de 2019.