Cómo y cuándo hay que sacar los biopolímeros

La inyección de biopolímeros produjo daños y efectos secundarios en muchos pacientes. Este material utilizado como relleno estético generó mucho problemas difíciles de corregir.

Qué son los biopolímeros

Los biopolímeros pueden ser moléculas naturales que se encuentran dentro de seres vivos o también material sintético que se emplea como relleno de determinadas zonas del cuerpo como en los glúteos, en las manos, en los gemelos, en los labios y hasta en la nariz. Como material sintético, muchas veces no resulta compatible con el organismo y por eso el cuerpo reacciona a la presencia del compuesto alógeno produciendo una inflamación granulomatosa en el área donde se inyectó la sustancia, para separarsla del cuerpo.

Cuando los biopolímeros se encapsulan, originan bultos o granulomas que derivan en una fibrosis, es decir, un endurecimiento de la zona Este encapsulamiento origina bultos, conocidos como granulomas, que se aprecian tanto a simple vista como al tacto, y zonas endurecidas que acaban en fibrosis. También pueden presentarse otros efectos secundarios como enrojecimiento o ardor en la zona o incluso derivar en infecciones, necrois de tejidos o embolias.

Qué tengo que hacer con los biopolímeros

Si te inyectaste biopolímeros y sentís molestias, tenés que ir lo antes posible al médico para que te revise y valore la situación. No se puede extraer en todos los casos, por eso el profesional debe evaluar y estudiar las posibilidades que hay para el paciente. Para determinar cuál es la mejor solución, el médico puede pedir una resonancia magnética que muestre el estado de los biopolímeros y las zonas afectadas por los mismo, si es que se desplazaron hacia otras áreas.

Hay ocasiones en los que el paciente no muestra síntomas. En ese caso, se recomienda hacer un control para confirmar que el material de relleno no produjo reacciones adversas y que está en su lugar. En esos casos, los cirujanos estéticos tratan de evitar la extracción del compuesto para no someter al paciente a otra intervención y sus posibles complicaciones. Lo que sí aconsejará es realizar un seguimiento periódico para controlar la aparición de posibles síntomas.

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Cómo se retiran los biopolímeros

Si el médico considera la extracción del compuesto para que no afecte a los nervios, músculos o tejidos aledaños, tendrá que llevarse a cabo un cirugía reconstructiva. Como se trata de una intervención quirúrgica, el cirujano evaluará si el paciente es o no candidato a la operación. Para eso pedirá el historial médico del paciente y una serie de estudios que le permitirán determinar el estado su estado de salud y los posibles riesgos de la operación

El procedimiento varía según es lugar donde se encuentre inyectada la sustancia. En ese sentido, la operación se adapta a la situación de cada paciente aunque hay algunas cuestiones generales a tener en cuenta.

• Extracción de biopolímeros en glúteos. La cirugía dura entre dos y tres horas y se utiliza anestesia epidural. Por eso, el paciente tendrá que permanecer internado unas 24 horas. El procedimiento consiste en extraer la mayor cantidad posible de material separandolo de los tejidos. Si el biogel se desparramó hacia otras áreas puede que el paciente necesite otra intervención. Además de la extracción de la sustancia, el cirujano tendrá que reconstruir la zona afectada por la deformación que ocasionaron los biopolímetos. Los resultados dependerán del daño que se haya producido. Después de tres días, se retira la venda y el paciente tiene que llevar una faja durante un mes. A los 15 días se retiran los puntos no reabsorbibles. La recuperación es de 3 semanas, tiempo en el que el paciente tendrá que hacer reposo.
• Extracción de biopolímeros del rostro. La intervención es bastante parecida. El objetivo es retirar la mayor cantidad posible de material y luego realizar una reconstrucción de la zona para que el paciente mejore su apariencia. La duración de la operación es similar aunque además de epidural suele utilizarse sedación endovenosa para que la relajación sea completa. En ocasiones se emplea incluso anestesia general. En el caso de la nariz, después del procedimiento se coloca un yeso que el paciente debe utilizar por una semana. El proceso de recuperación es menor a la cirugía de glúteos y en una semana ya puede reincorporarse a su rutina laboral. En otras zonas del rostro, la recuperación es más larga.

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