Qué es la obesidad y cuántos tipos hay

La obesidad es un trastorno que afecta a más del 13% de la población mundial. Según la OMS, desde 1975 la obesidad se ha triplicado en el mundo. ¿A qué se debe? ¿Cuáles son los riesgos relacionados con este problema?

Cuando escuchamos el término obesidad pensamos inmediatamente en alguien que tiene un sobrepeso excesivo que impacta sobre su movilidad y pone en riesgo su vida. La cuestión es que no todos los obesos tienen kilos de más. En realidad, la obesidad se valora en términos de grasa corporal y no de peso. En general, hay más personas obesas que con peso inferior al normal. Dentro de la propia enfermedad hay varios tipos y clasificaciones en función de muchos factores: el tipo de persona que la padece (hombre, mujer o niño), el grado de riesgo de la misma, la causa que la ha propiciado, etc.

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial ha ocurrido lo siguiente:

• un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa; y
• un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.

Qué es la obesidad según la OMS

La OMS define la obesidad como «una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud». Las causas fundamentales del sobrepeso y la obesidad son el desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas. Más de 600 millones de personas en el mundo la padecen y se relaciona con varias enfermedades metabólicas como la diabetes, la hipertensión o la intolerancia a la glucosa. También puede estar asociada a algunos tipos de cánceres y a problemas emocionales como la depresión, la ansiedad, la baja autoestima o problemas fisiológicos como la falta de movilidad.

El IMC: indicador de la obesidad

La obesidad se mide en función del índice de masa corporal (IMC). El índice de masa corporal (IMC) es una medida de asociación entre el peso y la altura. Se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado. Según la Organización Mundial de la Salud, se considera sobrepeso cuando el índice de masa corporal es igual o superior a 25. Cuando el índice es igual o superior a 30 el diagnóstico es de obesidad.

Además del IMC, la obesidad se pede medir por rayos X, por densitometría, por el índice cintura-cadera (ICC) o por biompedancia, pero salvo el ICC, que también se emplea de manera habitual, el índice de masa corporal es el sistema más usado.

Tipos de obesidad

La obesidad puede medirse en grados. Según el tipo de obesidad que sea, el diagnóstico cambiará y probablemente también el enfoque del tratamiento recomendado.

Según los grados:

• Obesidad grado 1. El IMC está comprendido entre 30 y 34.
• Obesidad grado 2. El IMC oscila entre 35 y 39.
• Obesidad grado 3 u obesidad mórbida. El IMC supera los 49 puntos.
• Obesidad grado 4 u obesidad extrema. El IMC es superior a 50.

Según el origen de la enfermedad:

• Obesidad nerviosa. Este tipo de obesidad suele ser una respuesta a episodios de ansiedad o de estrés. La persona suele consumir productos con alto contenido calórico, ricos en grasas o azúcares que suelen acumularse en el abdomen.
• Obesidad metabólica. La obesidad de este tipo suele estar asociada al consumo de alcohol y produce acumulación de grasa e hinchazón en la zona del abdomen.
• Obesidad alimenticia. Suele ser la más habitual. Se debe al consumo exagerado de alimentos, especialmente aquellos ricos en grasas y azúcares. La grasa, en estos casos, se acumula en varios lugares del cuerpo pero principalmente en las extremidades.
• Obesidad hereditaria. Este tipo de obesidad tiene un origen genético. La grasa suele localizarse en la zona de las caderas, en los glúteos y en los muslos.
• Obesidad por gluten. Al igual que la metabólica, suele estar relacionada con un desajuste en el sistema endocrino y hormonal ocasionado por una alteración que produce el consumo de gluten. Las personas que padecen este tipo de obesidad tiene exceso de grasa en la zona de las caderas, en los glúteos y en los muslos.
• Obesidad sedentaria. Este tipo de obesidad está relacionado con el estilo de vida sedentario y afecta a aquellas personas que a lo largo de su vida realizaron poca actividad física y se dedican principalmente a actividades. En estos casos, la grasa suele acumularse en la zona de la barriga.

Según el lugar donde se acumula la grasa:

• Obesidad homogénea. La grasa se distribuye de manera homogénea o uniforme por todo el cuerpo. No hay zonas con más grasa que otras.
• Obesidad abdominal. La obesidad abdominal, como la palabra lo dice, es cuando la grasa se acumula principalmente en la zona del abdomen y en el pecho. Es quizás la más peligrosa porque se asocia a otros problemas de salud como la diabetes o el riesgo de infarto.
• Obesidad periférica. La grasa se deposita principalmente en las extremidades, en los glúteos, muslos y caderas. Es más común entre la población femenina y suele originar problemas de circulación y vasculares.

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La obesidad es una enfermedad que pone en riesgo la salud y disminuye la calidad de vida del paciente. Si pensás que podés tener obesidad o que podrías ser obeso en un futuro por lo hábitos de alimentación y de vida que llevás, ponete en contacto con un profesional que pueda valorar tu caso y ayudarte a encontrar el mejor tratamiento.

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