Especial: depilación láser
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La depilación láser es un método de depilación relativamente reciente. La técnica fue desarrollada a mediados de la década del noventa con el láser Rubí de alta potencia utilizado para eliminar el vello corporal y facial. Hoy en día existen varios tipos de láser utilizados para la depilación, dependiendo de la longitud de la onda que emiten y al tipo de vello que se quiera eliminar. Por ejemplo, el láser Rubí es indicado para pieles claras, el láser Diodo para pieles oscuras y el láser Alejandrita. También se utiliza el láser Neodimio-Yag que se aplica a todo tipo de piel aunque con menor eficacia y el láser IPL (Luz Pulsada Intensa).
¿Cómo funciona?
Para aplicarlo, primero se suele afeitar la zona a tratar y se ajustan los parámetros del equipo láser de acuerdo al tipo de piel y de vello de cada paciente. Antes de aplicar el láser se suele cubrir la zona con un gel especial que atenúa el enrojecimiento de la piel.
El vello contiene melanina, un pigmento que le da color. Cuando el haz de luz láser interacciona con el vello esta melanina lo transforma en calor (proceso que se conoce como fototermolosis selectiva) y así destruye el bulbo piloso sin afectar los tejidos adyacentes.
Ventajas e inconvenientes
La depilación láser actúa con rapidez, es indolora y proporciona una depilación de larga duración. Aun no se ha desarrollado una técncia capaz de eliminar de manera permanente el vello, aunque la depilación láser es hoy en día, uno de los tratamientos que nos permiten despreocuparnos (al menos por un tiempo) del vello corporal y facial.
Los especialistas insisten en que si el tratamiento no es llevado a cabo por profesionales formados y experimentados, puede suponer algunos riesgos para la salud del paciente. Algunos de ellos son las quemaduras y las manchas en la piel. Otros pueden ser las reacciones alérgicas a los productos anestésicos (lidocaína y prilocaína) que se indican para aliviar las molestias provocadas por la depilación.
Las partes del cuerpo más delicadas
La eficacia y los riesgos de esta técnica dependen de la zona a tratar. En lugares donde hay mayor exposición solar (facial), hay que tener más cuidado. También en las áreas genitales y en las ingles.
Por otra parte, hay zonas donde el pelo es andrógenodependiente (su crecimeinto depende de las hormonas) por lo que, aunque se elimine el vello presente en el momento de la depilación, es inevitable la aparición de más vello en el futuro. Por ende, las mejores zonas a tratar con láser son las que no están bajo el influjo de las hormonas. Recomendable: ingles, axilas, muslos, piernas y antebrazos de pelo grueso.
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