La Toxina Botulínica en el tratamiento de la hiperhidrosis
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El complejo de Neurotoxina (conocido también como toxina botulínica) se utiliza habitualmente para el rejuvenecimiento facial y, según una investigación recientemente publicada, también podría ser de gran utilidad para combatir la hiperhidrosis, una enfermedad que afecta a miles de personas en el mundo. El Dr. Fabián Pérez Rivera nos ha contado un poco más sobre este novedoso método.
¿Qué es el complejo de Neurotoxina?
El Complejo de Neurotoxina de Clostridium Botulinum (toxina botulínica tipo A) es aplicado en tratamientos cosméticos para retrasar los efectos de la vejez. Su función es inhibir la liberación de acetilcolina de las terminaciones nerviosas. Los primeros resultados son visibles a los 2 o 3 días de aplicado el producto y alcanza su plenitud a las 6 semanas.
La aplicación más frecuente de la Neurotoxina botulínica tipo A (Botox es la principal marca comercial) es a través de la inyección directa del producto en pequeñas dosis sobre la zona a tratar. Se provoca entonces una parálisis temporal de los músculos de dicha zona, tensando la piel y eliminando las arrugas.
Pero además puede utilizarse para terminar con el exceso de sudoración, un problema que afecta a muchas personas en el mundo y ocasiona inconvenientes en las relaciones sociales. Aunque en un primer momento la aplicación en axila se indicó para casos de hiperhidrosis (mayor sudoración en cantidad a la habitual) hoy la mayoría de los casos se aplica a personas con una alta exposición laboral o social que desean evitarse la molestia y el mal rato de sudar la ropa en esa área. Con la aplicación del Complejo de Neurotoxina en la zona adecuada podríamos controlar el problema.
¿Cómo es el procedimiento?
“El procedimiento es mínimamente molesto y la región a tratar no suele requerir ningún tipo de anestesia", comenta el Dr. Pérez Rivera en su web, “los resultados se hacen notorios de tres a diez días después de la aplicación, y el procedimiento suele realizarse dos veces al año, aunque en algunos pacientes puede reducirse a una sola aplicación anual".
La clave del tratamiento, sugiere el profesional, se encuentra en el correcto diagnóstico médico. Existen también otros tratamientos disponibles con anticolinérgicos (comprimidos orales para disminuir la sudoración) pero hasta el momento ninguno ha demostrado ser tan efectivo como la toxina botulínica.
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