Electroestimulación Muscular: mitos y verdades
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Contrario a lo que anuncian los comerciales de la tele, la electroestimulación no es un sistema mágico de entrenamiento ni sustituye la rutina de entrenamiento física. Desde hace unos años, la EMS se popularizó entre las personas que quieren reducir el tiempo dedicado a la gimnasia pero con el mismo o mejor resultado.
¿De qué se trata?
Es una técnica que utiliza corriente eléctrica para provocar una contracción muscular similar a la que produce el sistema nervioso central controlando las acciones de los músculos. Se trata de un traje de electrodos que cubre el cuerpo conectado a una máquina con diferentes programas de entrenamiento muscular para tonificar.
Verdades y mitos:
- No es ponerse en forma en el sillón de casa. Es un complemento a las rutinas de ejercicios físicos que ya se tienen.
- Para someterse a un trabajo de alta intensidad se debe tener una condición física mínima para evitar lesiones o problemas de salud. Es una actividad muy exigente y hay que estar preparado. Es importante hidratarse durante la actividad y sobre todo, conectarse a la máquina siempre bajo la supervisión de un profesional.
- Uno de los beneficios de este sistema de entrenamiento es que te permite mantener el estado de forma y recuperar los músculos tras una lesión.
- No se pierde peso con este entrenamiento. Es necesario complementarlo con una buena alimentación.
- No se pueden hacer sesiones en días seguidos y, en todo caso, se recomienda complementarlo con entrenamiento cardiovascular porque las fibras no están preparadas y hay riesgo de lesionarse.
- Después del entrenamiento, el cuerpo se mantiene activo unas 72 horas, por eso se recomienda dos o un máximo de tres veces por semana.
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