Botox: más joven en minutos.
Es considerado uno de los más revolucionados métodos de rejuvenecimiento facial no quirúrgico. Mediante esta técnica de infiltración se obtiene un rostro joven, relajado y sin arrugas.
Existen tres tipos de arrugas:
- por fotoenvejecimiento
- fisiológicas
- dinámicas o de expresión: que son las más frecuentes ya que se producen cuando gesticulamos
El tratamiento de bótox
El tratamiento con toxina botulínica se realiza sobre las arrugas dinámicas o de expresión de la cara, relajando los músculos faciales que forman este tipo de arrugas. Es un método utilizado principalmente para la corrección dinámica de las arrugas de expresión del tercio superior de la cara (perioculares o "patas de gallo", entrecejo, frente etc.), contribuyendo a conseguir una expresión del rostro más relajada y juvenil.
Al realizarse un bloqueo selectivo de la musculatura deseada también podemos conseguir una mejoría de la posición y forma de la ceja, logrando efectos similares al lifting frontal sin cirugía, ya que conseguimos por una parte la eliminación de las arrugas frontales y por otra elevar la caída de la parte externa de la ceja sobre el ojo.
Como no es un material de relleno, no elimina las arrugas mediante aporte de volumen, sino que actúa sobre los músculos relajándolos, lo que permite mantener una expresión natural. El tratamiento se realiza en consulta de forma ambulatoria y no requiere anestesia ya que es indoloro. Consiste en introducir con una aguja muy fina unas gotas del producto en la piel, de forma muy superficial, en el área donde existen arrugas faciales de expresión.
Inmediatamente después del tratamiento no se observa ningún cambio apreciable y se puede retomar la vida laborar sin señales de haber realizado el tratamiento. El resultado de la infiltración de la Toxina Botulínica se empieza a observar entre el tercer y quinto día y durante los primeros 15 se van eliminando las arrugas de forma progresiva. El rejuvenecimiento es evidente y la expresión facial queda más relajada.
Durante el primer año, el tratamiento se realiza cada 4 meses y a partir del segundo año, una aplicación cada 6 meses suele ser suficiente.