Mitos y verdades sobre el Botox
Toxina botulínica
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Desde hace varios años, la aplicación de la toxina botulínica (la marca más conocida en el mundo es Botox) permite combatir las odiadas arrugas de la cara, retrasando la aparición de líneas de expresión y borrando los rastros de la edad. Sin embargo, existen muchos fantasmas en torno a este tipo de tratamiento que nos hacen dudar de su reputación.
La toxina botulínica ha sido uno de los grandes avances de los procedimientos mínimamente invasivos para rejuvenecer el rostro. Actualmente es uno de los tratamientos estéticos más seguros y efectivos. Su capacidad para producir parálisis muscular ha sido aprovechada para tratar enfermedades neurológicas y como producto cosmético para combatir las arrugas faciales.
Sin embargo, la marca del producto utilizado es de suma importancia y debe estar aprobado por los organismos de salud internacionales. En nuestro país existen tres tipos de toxinas aprobadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). No obstante, la marca Botox es la única que cuenta con el aval de más de 18 años en el mercado argentino.
Otro factor de relevancia al momento de decidirse por este tipo de tratamiento es la elección del especialista. Se recomienda realizar una visita personalizada con el profesional que debe estar entrenado en el uso de la toxina botulínica para no afectar equivocadamente a los músculos vecinos.
Verdadero y falso
V. Además de aplicarse como tratamiento cosmético, la toxina botulínica se utiliza con fines medicinales y sirve para tratar la sudoración excesiva en axilas, en las manos y en las plantas de los pies
V. Botox es la marca comercial más segura y reconocida a nivel internacional por los principales organismos de salud
V. Si estás en buenas manos, la toxina botulínica es un tratamiento estético sin riesgos
V. Lo más aconsejable es realizar el procedimiento a partir de los 30 años, que es cuando las arrugas importantes se revelan
F. El botox provoca pérdida de la movilidad en los ojos. Esto no depende de la sustancia sino del profesional
F. Un exceso de botox provoca una expresión facial exagerada. Es justamente lo opuesto, esto se debe a una baja dosis del producto. Pero lo importante es que la dosificación sea correcta
F. El botox es para siempre. Esto es falso. Dura de cuatro a seis meses y, después de ese tiempo, hay que repetir la aplicación para mantenerlo
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