Exceso de peso en tiempos de pandemia

La enfermedad producida por el coronavirus en el 2019 (COVID-19) surgió en diciembre en la ciudad de Wuhan en China. Debido a la interconexión actual rápidamente se esparció por China y el mundo entero. La Organización Mundial de la Salud la declarada como pandemia el 11 de marzo del 2020.

El cuadro clínico del COVID-19 puede cursar de manera asintomática (sin síntomas), oligosintomática (muy pocos síntomas) o bien dar sintomatología típica como fiebre, tos, fatiga, dolor muscular, anosmia (alteración del olfato), disgeusia (alteración del gusto). En ocasiones el COVID-19 puede producir cuadros respiratorios graves con una alta tasa de mortalidad. Muchos son los factores identificados que condicionan la evolución de esta enfermedad, existiendo ciertos grupos poblacionales de riesgo.

Los adultos mayores y especialmente aquellos que padecen distintas enfermedades crónicas son más vulnerables y tienen altas chances de cursar cuadros graves con neumonías bilaterales y un gran síndrome inflamatorio que requiere de internación en terapia intensiva y del uso de ventilación asistida. Pero también los pacientes más jóvenes y que presentan enfermedades respiratorias, cardiacas, diabetes u obesidad conllevan un mayor riesgo ante la infección.

Sabemos que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de padecer múltiples patologías crónicas. Las denominamos comorbilidades ligadas a la obesidad. Las más graves son la diabetes de tipo 2, la hipertensión arterial, el aumento del colesterol y los triglicéridos, enfermedades cardiacas, metabólicas, entre otras tantas. Muchos pacientes con obesidad padecen de una función respiratoria alterada y del denominado Síndrome de Apnea/Hipopnea Obstructiva del Sueño. Esto se produce por infiltración grasa alrededor de la vía aérea superior y la caja torácica. Se altera la mecánica respiratoria disminuyendo los niveles de oxigeno en sangre. Estas enfermedades, sumado a un síndrome inflamatorio crónico típico de la obesidad hacen vulnerable a estos pacientes ante el COVID-19. 

Tal es así que las estadísticas de EEUU muestran que las poblaciones con mas incidencia de obesidad tiene tasas de mortalidad más elevadas y que hasta duplican a las tasas encontradas en otras ciudades. Datos de todo el mundo ya identifican a la obesidad, y no solo a los adultos mayores, como uno de los principales factores de riesgo de infección, cuadros graves y mortalidad.

No solo existe un riesgo de severidad aumentado sino que también existen dificultades en el tratamiento y recuperación de los pacientes. El peso aumentado dado por el acumulo de tejido graso hacen más difícil el análisis de radiografías, la realización de una tomografía computada, la puesta a punto de un respirador mecánico, la movilización del paciente en cama o sillón como también la realización de ejercicios respiratorios para la rehabilitación. Además, requieren de mayor cantidad de personal de salud lo cual representa un problema debido a la escasez de recursos humanos y materiales.

Es momento de tomar conciencia de esta otra “pandemia” llamada Obesidad que provoca sin lugar a dudas un impacto negativo en nuestra sociedad mucho mayor al COVID-19. El número de personas que mueren periódicamente por obesidad supera ampliamente a los ocasionados por COVID-19. Sin embargo las alarmas no suenan de la misma manera por injusto que parezca. Es hora de que usted lo haga. 

Si usted sufre del flagelo de la obesidad no deje de consultar con nosotros. Existe canales de atención eficaces en estos momentos de aislamiento. El desarrollo progresivo de la telemedicina hace que más y más pacientes tengan acceso a información y tratamientos adecuados.   

La obesidad es una patología crónica y compleja. Requiere de un acompañamiento continuo por parte de distintos profesionales de la salud quienes de manera integrada identificarán los distintos factores que han llevado a la obesidad. Existen múltiples herramientas para lograr la modificación de hábitos alimenticios y conductas. 

A veces, debido al grado de obesidad y/o la aparición de comorbilidades, en un paciente que no responde adecuadamente al tratamiento no quirúrgico, se requiere de una "operación bariátrica". La cirugías como el bypass gástrico o la manga gástrica entre otras, logran un impacto metabólico muy importante, logrando descensos de la mayoría del exceso de peso corporal sostenido en el tiempo. Esto se logra solo en el contexto de un tratamiento integral.  

La pérdida del exceso de peso corporal le brindará sin lugar a dudas bienestar y salud. En este contexto de pandemia es claro también el objetivo de dejar de pertenecer a "grupos de riesgo".