Por qué es necesario usar una faja después de la cirugía

Por qué es necesario usar una faja después de la cirugía
Comunicadora social y periodista con más de seis años de experiencia en periodismo. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para mis lectores.
Creación: 17 ene 2018 · Actualización: 17 ene 2018
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te hiciste una cirugía o tenés pensado hacerte una, tené en cuenta que molestias vas a sentir. El proceso de recuperación y el postquirúrgico supone una serie de pautas que deben seguirse para que los resultados sean los esperados.

En el caso de la abdominoplastia, el paciente tendrá que reducir algunos movimientos, una tarea necesaria para que la recuperación sea más rápida y menos dolorosa. Por eso la mayoría de los especialistas recomiendan utilizar fajas postoperatorias que ayudan a sujetar la zona tratada para que esté protegida y se cure antes.

¿Qué son las fajas postquirúrgicas?

Las fajas postquirúrgicas tienen como objetivo sostener el área tratada. Están confeccionadas de tejidos elásticos, generalmente lycra, para presionar y sujetar el cuerpo. Las más comunes son las del abdomen pero también se utilizan en glúteos y hay corpiños especiales para las operaciones de mamas.

Estas fajas, diseñadas específicamente para ser utilizadas después de una cirugía, proporcionan un apoyo para los músculos y tejidos que necesitan curarse. Son prendas de compresión que se adaptan al cuerpo y otorgan un soporte óptimo.

¿Cuándo es recomendable utilizar este tipo de fajas?

En el caso de las operaciones de abdomen o después del parto, en el caso de cesárea o parto natural, se suelen recomendar este tipo de prendas. También en las cirugías de reducción de abdomen, en la liposucción y en la dermolipectomía. En todos estos casos, el objetivo es también disminuir las molestias y el dolor de las cicatrices ayudando a aplanar el abdomen y recuperar rápidamente la figura.

La faja se adhiere a la piel y la mantiene sujeta y firme. Esto permite desinflamar los tejidos y aportan un mayor control sobre los movimientos del cuerpo.

¿Cuáles son las ventajas de utilizar una faja postquirúrgica?

  • Dan mayor comodidad. Como ayudan a comprimir la zona tratada, minimizan el movimiento de los tejidos dañados y reducen los dolores y molestias.
  • Mejoran la circulación. Esto permite reducir la inflamación y tensionar los tejidos y músculos para conservar la figura.
  • Evita que salgan moretones. Como ayuda a reducir la retención de líquidos, también disminuye la inflamación y hace que aparezcan menos hematomas o que se curen antes.
  • Evita complicaciones. Al mejorar la circulación y evitar la retención de líquidos, evita problemas como la aparición de seromas o linfedemas o incluso fibrosis.
  • Uniforma la piel. Al ejercer una presión uniforme sobre la zona tratada, mejora la cicatrización y el aspecto de la piel en general. Evita la flacidez y la aparición de estrías.
  • No se nota debajo de la ropa. Y además corrige la postura y modela el cuerpo.

¿Cuánto tiempo tengo que usar la faja?

El tiempo de recuperación y de uso de la faja depende del tipo de operación que te hayas hecho y de tus características fisiológicas. El especialista que te trate tiene que darte todas las indicaciones. En general, podemos decir que se debe utilizar durante cuatro a seis semanas después de la operación, con un uso diario de unas 22 horas. A medida que vayas avanzando en el proceso de recuperación, vas a ir regulando la cantidad de tiempo y horas que la usás.

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¿Qué faja tengo que comprar?

A la hora de comprar una faja tenés que considerar dos cuestiones fundamentales: el tipo de cirugía que te hiciste y tu contextura física. La faja debe cubrir toda la zona tratada. Algunas fajas son con cierre o abrojo y esto puede ser cómodo para curar la herida de la cicatriz.

También vienen fajas hechas con materiales hipoalergénicos como el algodón. Si sos alérgica al nylon te conviene optar por este tipo de fajas, para evitar que se ponga roja la piel o te pique. Podés comprar dos iguales para hacer un recambio y tener siempre puesta una limpia.

Lo mejor que podés hacer es comprar la faja antes de la operación, para ponértela inmediatamente después de pasar por el quirófano y también para mostrársela al doctor y que te diga si es la correcta. Después de la operación el cuerpo, y principalmente la zona tratada, suele estar hinchado. Por eso es mejor que compres una faja que se pueda regular para ajustarla a los cambios que va experimentando el cuerpo en cada momento del proceso de recuperación.

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Consejos para cuidar la faja portquirúrgica

A la hora de lavar y secar la faja tratá de tener ciertas precauciones. Son prendas delicadas y no queremos que se deformen ni que pierdan sus propiedades. Por eso es mejor que la laves a mano y con detergente neutro. Evitá los productos abrasivos y no uses la secadora porque puede dañar el tejido de lycra. Tampoco es conveniente que la pongas a secar al sol. Cuando la termines de lavar, escurrila bien para evitar que se deforme.

Muchas fajas tienen broches, cierres o abrojo. Secalos bien con una toalla o papel y no los expongas directamente al sol.

Y no te olvides que para que el uso de la faja sea efectivo y de buenos resultados, tenés que seguir al pie de la letra las recomendaciones que te da el doctor.

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San Isidro, Buenos Aires (GBA)
Dr. Diego Mayer
Balvanera (Buenos Aires), Capital Federal
Mendoza, Mendoza
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