La anestesia en la cirugía estética
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Si estás pensando en hacerte una cirugía, seguramente una de tus dudas tiene que ver con el tipo de anestesia que se usará. Existen varias técnicas de sedación que varían de acuerdo al paciente y al tipo de intervención que se realice.
La finalidad de la anestesia, en una cirugía, es que el paciente se relaje, no sienta dolor y facilite así el procedimiento. No hay que tenerle miedo, es un proceso seguro y no supone riesgos siempre y cuando esté supervisada por personal competente.
La anestesia en la cirugía estética
En el campo de la cirugía estética existen diversos procedimientos que permiten mejorar la estética del rostro y del cuerpo, incluso de la zona íntima. Dependiendo de la complejidad de cada tratamiento se aplicará un tipo de anestesia u otro. De los principales, podemos mencionar:
- Anestesia general. La anestesia general es una sedación total porque el paciente queda completamente inconsciente durante todo el procedimiento quirúrgico. El efecto que produce este tipo de anestesia es el de relajación muscular completa. Se puede aplicar de manera inhalatoria, con gases anestésicos, o intravenosa, por medio de inyección en las venas.
- Anestesia local. Se aplica únicamente en la zona a tratar. Se recomienda en cirugías menores y la puede aplicar, por medio de una inyección, el propio médico.
- Anestesia local controlada. Es un tipo de anestesia con sedantes y oxigeno. También se le conoce con el nombre de sedación y se utiliza en cirugías menores y de corta duración.
- Anestesia regional. Se anestesia sólo una zona y el paciente se encuentra consciente durante la intervención. Requiere de sedación y oxígeno.
- Anestesia epidural. Las que pasaron por una cesárea la conocen. Esta anestesia se caracteriza por evitar sensibilidad de la cintura para arriba o para abajo.
- Anestesia raquídea. Se aplica en el sistema de circulación del conocido líquido encéfalo raquídeo y también produce efecto de la cintura para abajo. Es similar a la epidural, pero actúa más rápido.
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El tipo de anestesia de acuerdo al procedimiento
Como decíamos anteriormente, el tipo de anestesia a utilizar depende de las condiciones del paciente y de la cirugía a realizar. Por ejemplo, en la cirugía de mamas, en la rinoplastia o en la liposucción se recomienda utilizar anestesia general. En el caso de la cirugía abdominal, se suele utilizar anestesia general y epidural. Cuando las cirugías son menores, como en el caso de la blefaroplastia y el lifting facial, solo se recomienda la anestesia local más sedación.
Para evitar cualquier reacción negativa y perderles el miedo a la anestesia, hay que ponerse siempre en manos de profesionales. En el preoperatorio se suelen hacer pruebas para controlar que no haya reacciones adversas. Durante el procedimiento, el anestesiólogo debe asegurarse de que la frecuencia cardíaca, la presión, la respiración, la temperatura y la resposición de líquidos sean adecuadas.
Riesgos de una anestesia
Los riesgos son cuando su uso está supervisado por especialistas. La mayor complicación que existen en la anestesia general es que los pacientes sanos aspiren contenido gástrico, lo cual puede provocar una complicación pulmonar grave. Por eso se recomienda al paciente no ingerir alimentos ni líquidos ocho horas antes de la intervención quirúrgica.
Para evitar problemas, se aconseja también hacer reposo antes de la operación, no fumar y no tomar bebidas alcohólicas porque aumentan la sensibilidad en la garganta. Tampoco hay que ingerir alimentos sólidos ni líquidos en las horas previas a la cirugía. Si se siguen todos estos consejos, los riesgos de la cirugía y las posibles complicaciones son mínimas.
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