Dientes blancos: ¿mito o verdad?
Contactá con centros Verificados que puedan ofrecerte el tratamiento.
¿Quién no quisiera lucir una dentadura blanca y la sonrisa perfecta? Sin embargo, a pesar de que existen tratamientos de blanqueamiento dental en el mercado, y muy efectivos por cierto, es importante saber que de forma natural los dientes nunca son completamente blancos.
El color de los dientes depende de varios factores como la herencia, las capas del diente, el color de la dentina y el grosor y calidad del esmalte. El esmalte es translúcido y prácticamente no tiene color. En función de su grosor y calidad (grado de mineralización) deja que se "transparente" más o menos el color de la dentina. La dentina es de un tono amarillento. En función de su grosor y calidad es más o menos amarillenta. Y es ésta la que da principalmente el color al diente.
¿Por qué los dientes amarillos son más sanos?
Los dientes más sanos y más fuertes no son naturalmente blancos como perlas, sino más bien de un color blanco azulado traslúcido, lo que permite que el color amarillento de la dentina se refleje a través del esmalte. Los dientes más sanos son los que se ven un poco amarillentos. Ojo, no manchados, con una pequeña coloración.
Si los dientes se tornan excesivamente amarillos, entonces sí podemos suponer que se mancharon con tabaco o café, o que existe algún trastorno metabólico que lo ocasiona. En tal caso, se puede recurrir al blanqueamiento, pero siempre con la asistencia y el consejo de un odontólogo, porque estos tratamientos pueden debilitar los dientes de forma permanente.
Me los cepillo a cada rato, ¿está bien?
Si bien es recomendable mantener una buena higiene bucodental, es necesario saber que la limpieza excesiva puede ser motivo de la aparición de dientes amarrillentos, más de lo normal: las cerdas duras de un cepillo de dientes, así como una pasta dental demasiado agresiva, desgastan el esmalte. Los tratamientos con flúor deben realizarse cada tanto y no de manera continua porque también perjudica el brillo natural de la dentadura, originando la llamada fluorosis.
A pesar de todo, la mayoría de problemas con el esmalte de los dientes, como la aparición de un tono demasiado amarillento, son producto de la ingesta excesiva de café o té, y sobre todo del consumo de tabaco. Algunos fármacos y antibióticos también pueden alterar el color de los dientes. Por ejemplo, la tonalidad gris azulada en un adulto puede ser una señal de que ha tomado durante mucho tiempo minociclina, una clase de tetraciclina, un antibiótico que se receta a menudo para tratar el acné y la artritis reumatoide.
La aparición de puntos o rayas blancas pueden tener su origen en algún problema ocurrido durante la fase de desarrollo de la dentadura. Cuando se forman los dientes, durante la gestación y los primeros cuatro años de vida, la dentina y el esmalte se desarrollan casi totalmente gracias al flujo de cristales de calcio y fósforo que transporta la sangre. Si tiene lugar una abundancia o una carencia de estos cristales, entonces el color de la dentadura también se verá afectado.
Para más información sobre este tema, te recomendamos realizar una consulta con un odontólogo.
Solicitar presupuesto
