Toxina Botulínica: Elixir de la Juventud.
Si bien ha sido descubierta en 1817 por el Dr. Kerner como la toxina que paraliza los músculo, es recién en 1981 que se comenzó a utilizar con fines médicos para tratar patologías como el estrabismo, blefaroespasmo, y otros desordenes neuromusculares .
En el año 2000 LA FDA la aprueba para su uso estético, y hoy en día es uno de los tratamientos más utilizados es la especialidad.
Pero ¿qué es la toxina botulinica?
En un principio es una neurotoxina proveniente de una bacteria denominada Clostridium Botulinum, cuyo principal mecanismo de acción es la quimiodenervación y consiguiente parálisis muscular controlada.
Si bien existen 7 tipos diferentes de neurotoxinas (A,B,C,D,E,F,G) Solo la tipoA Y B tiene uso medico estético, y comercialmente reciben el nombre de: BOTOX, XEOMIN, DYSPORT MYOBLOC.
La utilidad estética de esta neurotoxina, es causar una relajación de aquellos músculos, que con su contracción causan lineas y arrugas que altera las facciones, y dan un aspecto no deseado de nuestro rostro, como ser las arrugas de la frente, que dan aspecto de serio o enojado, las patas de gallo, que se relaciona con los signos de la vejez entre otras marcas cutáneas.
Logrando de esta manera un aspecto mas juvenil y relajado.
Todas las toxinas botulinicas comercialmente, están disponibles como un producto seco y liofilizado que contiene la toxina y albumina humana para su estabilización, la unidad de medida es internacional y se reconstituye al momento de usar con solución fisiológica .
Los efectos son visibles a partir de las 48 horas de inyección y se hace máximo a los 14 días.
Si bien la toxina afecta irreversiblemente la unión neuromuscular, su efecto no es permanente, y por desarrollo de nuevos terminales nerviosos su acción se ve terminada a los 4 a 6 meses, dependiendo del tipo de contracción muscular (cinética, hipercinetica ó hipertonica) y la cantidad de unidades aplicadas.
Por lo tanto, es un tratamiento reversible, sencillo, que en manos expertas, pueden mejorar notablemente nuestro aspecto.