¿Sabés qué es la cirugía ortognática?
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Cuidar la salud y la estética bucal es una de las preocupaciones de mucha gente. En la mayoría de los casos se utiliza la ortodoncia para corregir problemas de alineación. Pero hay veces que la ortodoncia no es suficiente y existen otros problemas estructurales que afectan a la mandíbula o al maxilar.
¿Qué es la cirugía ortognática?
La cirugía ortognática es un tipo de intervención que permite corregir la posición de los huesos de la cara para que mantengan una proporción adecuada. Con esta operación se consigue una mejora estética muy notable porque cambia realmente la apariencia de la persona. Otro de los beneficios de este tratamiento es que mejora la funcionalidad de la boca, la oclusión, la masticación y la salud de las piezas dentales.
¿Qué tipos de cirugías ortognáticas existen?
Hay diferentes tipos de cirugía ortognática de acuerdo al problema que presente el paciente. En los casos de retrognatia, la mandíbula suele estar desplazada hacia atrás con respecto al maxilar superior. En los casos de prognatismo, la mandíbula suele estar adelantada.
Otros problemas mandibulares son los desplazamientos laterales y lo que se denomina "mordida abierta", cuando los dientes frontales superiores no hacen contacto con los inferiores.
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¿Ortodoncia o cirugía ortognática?
Por lo general, las dos cosas están relacionadas. Antes de la operación el paciente debe llevar ortodoncia y después también, aunque la operación cambia la posición de los huesos, no la de los dientes. En este sentido, la ortodoncia es un tratamiento complementario y se recomienda llevarla por un plazo de 6 a 12 meses después de la operación.
La edad recomendada para hacerse una cirugía ortognática es a partir de los 18, cuando el desarrollo de las facciones del rostro terminó.
¿Cómo es la operación?
La intervención dura unas cuatro horas. Si la cirugía es monomaxilar se aplica anestesia general y esto requiere que el paciente esté al menos una noche en internación. Si la cirugía afecta solo a la mandíbula, entonces la anestesia puede ser local y aplicar sedación. Una de las grandes ventajas de esta intervención es que todas las incisiones se hacen por dentro de la boca y no quedan cicatrices visibles en la cara.
Después de la operación es normal que el paciente note cierta hinchazón en el rostro y que sienta alguna molestia al hablar, masticar o gesticular. Por eso se recomienda hacer una dieta blanda durante dos semanas y mantener la higiene bucal para evitar posibles infecciones.
A medida que la inflamación va desapareciendo de la zona tratada, comienzan a notarse los resultados. Al principio puede resultar extraño, pero la mayoría de los pacientes aseguran estar muy conformes con los resultados obtenidos y su nueva apariencia.
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