Aumento de labios: un tratamiento cada vez más solicitado
Cada vez son más los pacientes que consultan por el aumento de labios. En esta nota te contamos todos los detalles sobre este tratamiento.
La forma de los labios es un aspecto fundamental de la estética facial. Además de corregir desproporciones de tamaño entre ambios labios, los rellenos de labios ayudan a combatir otros problemas estéticos como las arrugas peribucales. Por eso muchas personas consultan por los tratamientos para aumentar el volumen de esta zona y conseguir una boca más carnosa y sensual.
El aumento de labios es una intervención muy demandada por mujeres más que por hombres. La mayoría de ellas tiene más de 40 años, es entonces cuando se comienza a notar la pérdida de volumen en la zona de los labios y cuando las arrugas peribucales son más marcadas.
Cómo es el tratamiento de aumento de labios
Hoy en día se pueden utilizar rellenos permanentes o temporales para aumentar los labios. No es necesario pasar por el quirófano siempre pero, cuando se dan casos de desproporción notable entre un labio y otro o cuando son muy finos, el profesional puede recomendarlo. En ese caso, la operación consiste en trasladar tejidos de un labio a otro.
Los rellenos de labios no requieren de ningún proceso posoperatorio. El paciente puede retomar inmediatamente su actividad cotidiana aunque deberá tomar algunos recaudos los primers días. Por ejemplo, evitar la exposición al sol y a temperaturas muy cálidas o frías. Evitar las aspirinas y utilizar solo medicamentos recomendados por el el médico.
La zona tratada puede quedar inflamada los días siguientes por los pinchazos. También pueden aparecer algunos nódulos. Para evitarlos, hay que realizar masajes en la zona de las infiltraciones, mantener bien hidratados los labios y, de ser necesario, tomar antiinflamatorios.
¿Es un procedimiento seguro?
El aumento de labios es un procedimiento seguro siempre y cuando sea realizado por un experto en la materia y se utilicen productos homologados. Es importante chequear que el producto esté autorizado por el Ministerio de Salud y que no haya sido adulterado o diluido. Para evitar problemas, el paciente debe informarle al médico si tiene algún tipo de alergia (especialmente al colágeno) y que no consume medicamentos anticoagulantes.
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