Novedosa técnica para la inclusión de prótesis mamarias: técnica subfascial
Revistas, televisión, diarios, teatro, cine....hoy nadie duda que uno de los valores más importantes dentro de la belleza femenina es el tamaño y forma de sus mamas.
El mundo competitivo social y laboral en el cual estamos insertos sumado a los cambios que producen en las mamas femeninas los embarazos, las lactancias, los ascensos y descensos bruscos de peso y el inexorable paso del tiempo generan la necesidad de nuestras mujeres de concurrir a la consulta para embellecer su busto.
A lo antes dicho debemos sumar que la mujer argentina goza de fama mundial de belleza y un de los puntos que resaltan los medios de comunicación extranjeros es precisamente la voluptuosidad y forma de sus mamas.
Datos aportados durante la primer encuesta a nivel nacional de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos con fines estéticos realizado en el marco del XXXV Congreso Argentino de Cirugía Plástica nos notifican que la cirugía de aumento protésico mamario es la segunda intervención mas requerida por las mujeres argentinas en concordancia con la demanda de mujeres de países como los Estados Unidos y Brasil. Es más, hasta tenemos cifras: durante el año 2004 los cirujanos plásticos certificados, miembros titulares de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica y/o de alguna de sus filiales, habrían intervenido un total de 5295 mujeres para embellecer sus mamas mediante la inclusión de prótesis mamarias.
Ante semejante demanda se entiende la búsqueda en el perfeccionamiento de las técnicas quirúrgicas. Las vías de abordaje siguen siendo las mismas: por la axila, alrededor de la areola o a través del surco mamario; y a las ya clásicas ubicaciones de la prótesis dentro de la mama, la posición retropectoral (por debajo del músculo pectoral mayor) y la posición prepectoral o subglandular (por encima del músculo pectoral mayor) se sumo en los últimos años una novedosa técnica: la posición subfascial.
Los músculos están recubiertos por una fascia o aponeurosis; es un tejido fibro-conectivo que los envuelve y protege. El músculo pectoral mayor no escapa a esta particularidad. Ante la persistencia de algunos inconvenientes de las posiciones clásicas de inclusión de las prótesis surgió la necesidad de investigar como evitarlas o por lo menos minimizarlas: nace la técnica de inclusión subfascial. Esta novedosa posición nos permite los beneficios de las dos técnicas clásicas y nos evita los inconvenientes de las mismas a saber:
- No lesiona ligamentos de Cooper: son ligamentos de sustentación de la glándula mamaria la aponeurosis del músculo pectoral mayor.
- Disminuye la agresión a los vasos linfáticos mamarios.
- Disminuye la aparición de "rippling": palpación y/o visualización de pliegues de las prótesis mamarias en los cuadrantes superointernos de las mamas.
- Evita la "imagen en ascensor": elevación exagerada de la mama ante la contracción del músculo pectoral.
- Evita la "imagen de doble joroba": la prótesis queda atrapada por el músculo y cuando la paciente se inclina se ven dos protuberancias, la prótesis por un lado y la glándula mamaria por el otro lado.
La prótesis mamarias fueron creadas y pensadas para reemplazar o aumentar el volumen glandular; por lo tanto lo más anatómico y fisiológico es que su ubicación durante una cirugía de aumento de volumen mamario sea en una ubicación subglandular o subfascial y por lo tanto prepectoral. Hay ciertos casos extremos en que la opción mas favorable para el resultado estético sea optimo es la inclusión en un plano retropectoral: casos de amastia (ausencia de glándula mamaria), mujeres muy delgadas, prótesis de tamaño muy grande en mujeres delgadas. Aún así hay colegas que prefieren esta posición y la indican en la mayoría o todas sus pacientes.
Todo esto aporta, no resta, en el camino de lograr un mejor resultado estético y con menos complicaciones en todas las mujeres que busquen embellecer sus mamas.