Cirugía de párpados sin cicatrices
La técnica más utilizada para corregir las molestas "bolsas" de los párpados (bolsas palpebrales) consiste en extraer parte de la piel de la zona para retensar el área. El problema de este sistema de blefaroplastia es que no se contempla el envejecimiento de las zonas aledañas al párpado sino que se trabaja de forma localizada sobre el mismo.
Pero hoy, gracias a la combinación de la tecnología láser CO2 con técnicas quirúrgicas innovadoras, podemos hablar de un tratamiento integral que permite conseguir lo que hasta ahora parecía imposible: resultados perfectos, respetando la anatomía natural y sin efectos adversos, como las antiestéticas cicatrices. Además, y no menos importante, el paciente puede retomar inmediatamente su actividad diaria evitando largos y tediosos períodos postoperatorios.
¿Cómo es esta técnica?
La técncia consiste en extirpar las bolsas de los párpados por vía transconjuntival a través de pequeñas incisiones con láser que no se suturan. Luego, el exceso de piel, las arrugas y las manchas se tratan con láseres de última generación. Lo importante es que, con este sistema, al producirse un calentamiento profundo de la dermis, no se afectan los tejidos aledaños y se estimula la producción natural de colágeno que permite retensar la piel.
El equipo cuenta además con un sistema analizador de la humedad de la piel, que disminuye automáticamente la intensidad del haz emitido cuando la piel está muy seca o la aumenta en pacientes con piel húmeda.
El mayor beneficio
El mayor beneficio de esta técnica es que se puede realizar la operación sin cortes y, por lo tanto, sin daño anatómico del músculo del párpado. Así, se consigue mantener la movilidad normal del párpado y cerrarlo sin problema. Al ser una intervención mínimamente invasiva y totalemtne ambulatoria, el paciente puede reincorporarse de inmediato a sus actividades habituales.
Foto: Dr. Carlos Arce