Todo sobre la dieta metabólica y para qué sirve
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Para bajar y mantenerte en un peso saludable necesitás cambiar tus hábitos alimenticios. Ese es el objetivo de la dieta metabólica, que te sientas mejor porque te alimentás mejor.
Las dietas milagro no existen. Aunque muchas puedan producir efectos a corto plazo, en ocasiones suponen también un importante riesgo para la salud porque privan al organismo de nutrientes esenciales. Este déficit hace que la dieta no se pueda sostener en el tiempo y se produzca entonces un efecto rebote, recuperando los kilos perdidos o incluso subiendo más de peso.
Pero hay alternativas saludables, como la metabólica, creada por Haylie Pomroy. Este plan de alimentación no propone solo adelgazar sino también mejorar el estado general de salud y promover hábitos alimenticios más saludables.
¿Qué es el metabolismo?
Para explicar de qué se trata la dieta metabólica, primero debemos entender qué es y cómo funciona el metabolismo. El proceso metabólico es el que transforma los alimentos en calor y energía para que el cuerpo pueda funcionar. Si el metabolismo disminuye sus funciones, es decir, trabaja más lento, menos se procesan los alimentos consumidos en forma de energía o calorías quemadas, y se acumulan en el cuerpo como grasas.
Precisamente, lo que consigue la dieta metabólica es acelerar este proceso para que no se almacenen los alimentos ingeridos como grasas y se aprovechen como energía. No se trata de dejar de comer o seguir un régimen restrictivo, sino mejorar el estilo de vida para que sea más sano y se adapte a las necesidades del cuerpo.
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Beneficios de la dieta metabólica
La dieta del metabolismo ayuda a alcanzar un cuerpo y un estado físico saludable. Tiene beneficios para el corazón, los huesos y los músculos porque aporta tonicidad y masa muscular. También ayuda a desarrollar una actividad física regular y tener una vida activa sin agotarte porque aporta mucha energía y estimula la producción de hormonas que son imprescindibles para el organismo.
La dieta metabólica también hace que el pelo crezca y se vea saludable, que las uñas estén sanas y que la piel mejore su apariencia evitando el envejecimiento prematuro.
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La alimentación personalizada
La dieta metabólica propone un plan de alimentación adaptado a las necesidades de cada persona de acuerdo a su metabolismo. Se busca equilibrar la ingesta de proteínas, grasas y carbohidratos. Así, las personas que tienen un metabolismo rápido necesitan ingerir más proteínas, grasas y aceites, pero deben controlar y limitar la ingesta de carbohidratos. Los que tienen un metabolismo lento tendrán que seguir una dieta baja en grasas, aceites y proteínas pero rica en carbohidratos. Para los casos de metabolismo mixto, se aconseja una ingesta equitativa de carbohidratos, grasas y proteínas de manera equilibrada.
Esto supone un plan de alimentación distinto y adecuado al tipo de metabolismo de cada paciente. Por eso la consulta y la evaluación con un nutricionista resultan imprescindibles. Se pueden perder hasta 10 kilos con la ventaja de que este tipo de alimentación ayuda a quemar la grasa acumulada en el cuerpo desde hace tiempo.
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Pautas generales para cualquier tipo de metabolismo
Más allá del tipo de metabolismo de cada paciente, los expertos aconsejan que para que la dieta metabólica sea más efectiva, se sigan estas recomendaciones generales:
- Tomar 2 litros de agua al día para que el cuerpo esté bien hidratado
- Comer cuatro veces al día.
- No comer entre horas.
- Consumir frutas y verduras frescos.
- No consumir bebidas gaseosas ni jugos de frutas procesados.
- Comer carnes magras.
- Evitar los dulces, las facturas, los chocolates.
- Condimentar la comida con sal, especias, limón o vinagre. La salsa de soja, la mostaza y la salsa de tomate están permitidas, pero con moderación.
¿Cuánto dura la dieta?
Se recomienda hacer la dieta metabólica dividendo la semana en tres fases y repetirlas durante cuatro semanas. En este período de tiempo lo importante es internalizar el hábito de alimentación saludable y ser consciente de la forma en que se come aprendiendo a escuchar al cuerpo y sus necesidades.
El requisito fundamental para que la dieta funcione es que el paciente sea consciente de los cambios que debe hacer y ponga toda su voluntad para conseguirlo. La pérdida de peso no es un proceso espontáneo sino progresivo. Hay que ser paciente y esperar a que el cuerpo responda al cambio de rutina. Para conseguirlo, lo ideal es no comprar ningún producto que no se pueda consumir como las galletitas, los bizcochos, los snacks o las salsas. Es mejor evitar tentaciones.
Con la dieta metabólica el organismo tiene más energía disponible y por eso es necesario complementarla con actividad física. Si ya se practica algún deporte, los beneficios son muchos. Si no, lo ideal es empezar con caminatas de 30 minutos diarios, ir a trabajar en bicicleta y subir por la escalera en lugar de usar el ascensor.
Control médico
Para perder peso de manera saludable, es aconsejable estar siempre supervisado por un profesional. De hecho, el éxito de cualquier tratamiento contra la obesidad o un cambio de hábito alimenticio depende del asesoramiento y acompañamiento de un especialista. Comer de manera sana no solo ayuda a mantener el peso sino que también mejora los niveles de azúcar en sangre, reduce el colesterol y evita la hipertensión arterial.
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