Guía completa de las várices: qué son y cómo tratarlas
La palabra várice proviene del latín varix que significa "nudos". Efectivamente, las várices son venas dilatadas que impiden la irrigación de sangre desde y hacia el corazón. Las venas se encargan de transportar oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo y llevan los desechos tóxicos y el dióxido de carbono hacia el corazón para depurar la sangre. En este proceso interviene un sistema de válvulas que impiden el retroceso de la sangre en tránsito hacia el corazón. Cuando estas válvulas no funcionan correctamente, la sangre se estanca en las venas y da lugar a las várices. La vena se dilata, inflama y se eleva a la superficie.
¿Cuáles son los factores de riesgo? ¿Cuáles son las causas que las provocan?
Si alguien en la familia tiene várices, es muy probable que la herencia nos juegue en contra. En mujeres embarazadas o que toman anticonceptivos orales también suele haber una alta predisposición a la inflamación de las venas y la aparición de várices.
Actividades diarias que supongan permanecer de pie mucho tiempo o estar sentado con las piernas cruzadas durante un tiempo prolongado son factores de riesgo considerable. Lo mismo ocurre con las prendas de vestir ajustadas o el uso de zapatos de taco alto.
El sobrepeso, el sedentarismo, la menopausia y la vejez son otras situaciones que provocan la aparición de várices.
Estoy embarazada, ¿me van a salir várices?
Es muy probable. Durante la etapa de embarazo la mujer gestante experimenta un aumento en el nivel hormonal y algunas de estas hormonas, como la progesterona, más el peso del útero que comprime la vena cava, puede provocar várices en las extremidades inferiores.
Durante la etapa de gestación no se recomienda realizar ningún tratamiento. Es conveniente esperar tres o cuatro meses después de dar a luz. No obstante, se recomienda utilizar medias de soporte o fajas que alivien el peso de la panza sobre la pelvis, evitar la ropa ajustada y los tacos altos, realizar un poco de ejercicio, aunque sea una caminata diaria, y llevar una dieta balanceada con poca sal.
¿Duelen? ¿Cuáles son los síntomas?
SI bien algunos pacientes no experimentan dolor en la zona afectada, sí que pueden tener la sensación de pesadez en las piernas después de pasar un largo tiempo de pie o sentado con las piernas cruzadas.
Otros síntomas posibles son los calambres o el hormigueo. En casos extremos se puede producir hinchazón acompañada de edema o hiperpigmentación de la piel.
Pero no te asustes, por lo general las várices son asintomáticas y en la mayoría de los casos no presentan grandes complicaciones. L oque sí nos queda es el aspecto estético. Actualmente se considera la terapia láser como la técnica más eficaz y menos invasiva de todas.
Tratamiento láser para várices
El láser (amplificación de luz por emisión estimulada de radiación) permite "quemar" la vena y cerrarla o cauterizarla. De esta forma, el flujo de sangre se desvía hacia el resto de las venas facilitando la circulación y aumentando la presión sanguínea.
Por lo general, el tratamiento con láser se realiza en varias sesiones dejando algunas semanas de por medio entre cada sesión.