Las mallas vaginales, ¿son recomendables?
El prolapso pélvico puede darse como consecuencia del embarazo o de la menopausia. Durante el embarazo, los tejidos se estiran para dar lugar al bebé y esto produce presión en el suelo pélvico. Asimismo, con el parto, la estructura muscular y los ligamentos que sostienen la vejiga se aflojan, lo que puede producir este prolapso de los órganos de la zona pélvica. Las consecuencias más evidentes de ello son incontinencia urinaria y problemas para mantener relaciones sexuales.
Con la menopausia, los órganos pélvicos también pueden desplazarse por la pérdida de tonicidad en la musculatura de la pelvis. Este fenómeno se da también en mujeres que son propensas al estreñimiento y la consecuente distensión abdominal, o que sufren obesidad. Los especialistas sostienen que más del 50% de las mujeres tendrían que eventualmente realizar un tratamiento para tratar esta problemática. De ese 50%, el 10% debería pasar por el quirófano.
Qué son las mallas vaginales
La malla quirúrgica se implanta para reforzar la pared vaginal debilitada. El objetivo de esta operación es contener y evitar el prolapso de los órganos pélvicos. La cirugía se puede realizar a través del abdomen (transabdominal) o a través de la vagina (transvaginal).
Las mallas transvaginales se empezaron a usar en la década del 90 . Son implantes realizados en poliuretano que se colocaban en el tejido de la vagina para sostener los órganos que sufrieron prolapso, el útero o la uretra.
En el año 2008 se empezaron a detectar ciertos problemas relacionados al uso de estas mallas. Muchas pacientes experimentaron fuertes dolores abdominales y pélvicos tras la implantación de la malla. Por este motivo, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) recogió más de un millar de informes de pacientes estadounidenses que sufrían estos problemas como consecuencia de la implantación de la malla vaginal. Por su parte, 700 mujeres australianas también denunciaron su caso ante los tribunales, y se calcula que cerca de 100.000 mujeres en el mundo usaron o tienen mallas vaginales.
Problemas ocasionados por la implantación de las mallas transvaginales
En el año 2008, la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos recibió más de 1.000 informes en contra del uso de las mallas vaginales. Pueden presentarse diversas complicaciones potencialmente serias relacionadas con la malla vaginal. Entre ellas, la erosión de la malla a través de la vagina, problemas urinarios, infecciones constantes, problemas para mantener relaciones sexuales por los dolores y episodios de sangrado, molestias causadas por el roce de la malla en la vagina.
En un comunicado en 2011, la FDA recomendó a los pacientes y médicos considerar tratamientos alternativos para los problemas de suelo pélvico y pensar en la malla vaginal como el último recurso a adoptar.
En casos leves se suele recomendar ejercicios de suelo pélvico los cuales pueden proporcionar un mejoramiento temporal de los síntomas. La cirugía es recomendable en casos muy avanzados aunque la cirugía moderna intenta reconstruir la anatomía pélvica utilizando tejido nativo, y si tampoco funciona esta técnica, entonces se considera la posibilidad de utilizar la malla vaginal.
Actualmente, la medicina estética propone otros tratamientos que permiten recuperar la calidad de la vida íntima del paciente sin necesidad de pasar por el quirófano.
Métodos no quirúrgicos
- Ejercicios pélvicos. Es el primer método que se puede probar porque es el más fácil de todos. Consiste en la ejercitación de la musculatura que sostiene los órganos pélvicos. Se aconseja en aquellas mujeres que tuvieron partos vaginales o embarazos múltiples. También en pacientes que están atravesando la menopausia.
- Rejuvenecimiento vaginal con láser. El uso del láser para el rejuvenecimiento vaginal es un proceso indoloro que no requiere internación ni paso por el quirófano. El láser tonifica la musculatura y reconstruye el suelo pélvico. Con este tratamiento se consigue reducir la incontinencia urinaria y fortalecer la vagina.
- Pesarios vaginales. Los pesarios son un aparato que se pone en la vagina para recolocar el útero y evitar que descienda. Puede traer alguna complicación y por eso se recomienda solo en aquellos casos en los que el uso de láser no da resultado.
↪️ Relacionado: Láser ginecológico para la sequedad vaginal e incontinencia de orina
Métodos quirúrgicos
- Vaginoplastia. Es el tratamiento quirúrgico más aconsejable e indicado solo en aquellos casos en los que el prolapso pélvico es muy grave. Consiste en tensar y estrechar la vagina.
Si sos una potencial paciente porque los embarazos o los partos te llevaron a tener problemas de incontinencia urinaria o para disfrutar de tu sexualidad, ponete en contacto con un cirujano especializado que pueda valorar tu caso y que te recomiende el mejor tratamiento.
↪️ ¿Conocés a alguien que tenga las mallas vaginales? ¿Sabías de qué se trataba? Dejá tu comentario en nuestro foro.