Cómo es el postoperatorio del aumento de mamas
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Si sos mujer y tenés entre 18 y 45 años, sos candidata ideal para hacerte un aumento de mamas. La mamoplastia de aumento es el procedimiento estético más popular del mundo y año a año son miles las mujeres que pasan por el quirófano para sentirse mejor.
Más allá de una cuestión estética, las mamas son una parte importantísima del cuerpo femenino porque hacen a la femineidad de la misma y porque representan una conexión entre madre e hijo durante la lactancia. No siempre se solicita por una cuestión estética, a veces también es una intervención reconstructiva después de una mastectomía.
La operación de aumento de mamas es un procedimiento bastante sencillo y no suelen existir complicaciones aunque, como toda cirugía, tiene sus riesgos. Tiene que ser realizada siempre por profesionales especialistas y altamente calificados y con prótesis debidamente homologadas.
¿Es una operación dolorosa?
Como se trata de una zona tan determinante para la mujer, es habitual que surjan dudas, miedos e incertidumbres respecto de la operación. Una de las cuestiones que llegan a la consulta es sobre el proceso de recuperación o postoperatorio. Después de la cirugía, hay pacientes que sienten algunas molestias durante unos días, mientras que en otras apenas se produce ningún tipo de dolor. Los primeros días después de pasar por el quirófano siempre son difíciles, con independencia de la operación realizada.
En el caso del aumento de senos es normal que el dolor se dure entre cuatro o cinco días después de la operación; por eso se recetan medicamentos para el control del mismo. Por eso, durante los dos primeros días se recomienda hacer reposo absoluto y no realizar esfuerzos físicos. Las prótesis submusculares suelen causar más molestias que las subglandulares, pero son más recomendables, puesto que a nivel estético quedan mejor.
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¿Qué se siente después de la operación?
Después de la operación es común sentir molestias en la zona tratada. Las mamas van a estar hinchadas y pueden aparecer moretones. También es común sentir sensibilidad en la zona, un aumento de la temperatura corporal y algún que otro sangrado.
El vendaje se retira entre 48 y 72 horas después de la operación y debe ser reemplazado por un corpiño especial postquirúrgico. Hay que usarlo día y noche un mes después de la operación. En algunos casos el médico recomienda usar drenajes, en otros casos no, se deja una pequeña zona de drenaje en el extremo de cada herida.
Para minimizar las molestias y los dolores, se recomienda no hacer muchos movimientos con los brazos. Durante la primera semana, lo mejor es no elevarlos por encima de los hombros y tratar de mantenerlos pegados al cuerpo. En la segunda semana se pueden elevar unos 90º y se recomienda esperar un mes para moverlos sin limitaciones. Esto es fundamental para no sentir dolor y no correr el riesgo de rotación.
Para dormir, es aconsejable mantener una posición boca arriba o de lado. Es conveniente esperar al menos tres meses para dormir boca abajo. En algunos pacientes el médico puede recomendar una posición semisentada o con la espalda levemente elevada.
Después de salir del quirófano, la paciente puede ir recuperando su vida y su rutina con normalidad pero tiene que seguir las recomendaciones del médico. No se puede mojar el vendaje y la zona se debe lavar cuando lo indique el doctor, con agua tibia y jabón neutro, higienizando suavemente la herida y secando con pequeños toquecitos, no rozando la herida con la toalla. La curación es fundamental para que cicatrice bien.
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Volver a la rutina cotidiana
A medida que las molestias desaparecen, la paciente puede regresar a su rutina cotidiana. Después de una semana ya puede manejar sin problemas (acordate que si te movés de ciudad para operarte no vas a poder conducir de vuelta, siempre tiene que acompañarte alguien). En general, podés realizar todo tipo de actividad que no requiera de un gran esfuerzo físico, tres o cuatro días después de la operación.
Después de un mes de la operación se puede empezar a hacer deporte trabajando la parte inferior del cuerpo (glúteos, piernas y abdominales). Evitar hacer trabajo físico con la parte superior. Para correr es conveniente que esperes al menos dos meses y para empezar a trabajar los brazos esperá unos tres meses.
Además, tenés que cuidarte mucho con el sol. No tenés que exponer los pechos al sol o a fuentes de calor en las seis semanas que siguen a la operación.
Tranqui, en tres meses podés moverte y hacer todas las actividades que hacías antes de operarte pero luciendo más linda que nunca.
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