¿A qué famosa te querés parecer?
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La cirugía estética está de moda. Hasta hace tan solo unos años, solo pasaban por el quirófano aquellas personas que se querían retocar un defecto que les causaba desazón o alisar las arrugas propias de la edad. Pero todo ello ha cambiado y ahora también hay quien busca parecerse a la modelo de sus sueños o al actor de sus películas favoritas.
Este deseo de emular ser otra persona físicamente, esta petición de convertirse en ese personaje famoso al que adoramos, afecta tanto a hombres como a mujeres, a pesar de que estos actores, cantantes o modelos también han pasado por el quirófano para retocar aquello que no les gusta y rejuvenecer el rostro. Sin ir más lejos, Angelina Jolie, Penélope Cruz, Sarah Jessica Parker, Winona Rider, Demi Moore... Todas pasaron por el quirófano al menos una vez. Megan Fox, por ejemplo, se hizo un retoque de nariz y de pómulos y se puso bótox en los labios. Por suerte, los cambios resaltaron aún más su belleza. Lo mismo sucedió con Jennifer Aniston, la ex de Brad Pitt, que se hizo un sutil adelgazamiento de la parte superior de la nariz que le quedó muy natural.
Son muchas las mujeres argentinas que, antes de entrar al quirófano, toman como referentes a actrices, modelos o famosas del cine y la tele. Araceli González, Silvina Luna y Pamela David son las que más se mencionan en las consultas con los cirujanos estéticos por aumento de mamas. Y Luciana Salazar, Jésica Cirio y Carolina "Pampita" Ardohain son los referentes oara aquellas mujeres que desena operarse de la cola.
Yo quiero ser otra
Cada vez son más las mujeres que buscan parecerse a las celebridades. Quieren los labios de Ingrid Grudke y el mentón de Florencia Raggi, o la nariz de Nicole Neuman, por ejemplo. No obstante, los cirujanos, muy abiertos a las inquietudes de sus pacientes, tratan de guiarlas en la búsqueda de sus ideales. La mayoría coincide en que no es recomendable querer copiar la imagen de otro porque no quedará necesariamente bien en el rostro o el cuerpo de uno.
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Por eso, hay que tener en cuenta la estructura de cada persona, el tamaño y el ancho de la cara, el tipo y color de la piel, las medidas del cuerpo, etc. No se debe forzar lo que no queda bien, sino realzar la belleza de cada mujer individualmente. Muchas veces los deseos no pueden llevarse a cabo porque la gente tiene ideales inalcanzables y poco realistas que ni la cirugía puede solucionar, como parecerse a modelos de veinte años.
Un cambio para bien
Por suerte los especialistas coinciden en que hoy las mujeres buscan verse naturales y, para ello, piden procedimientos mínimamente invasivos, no quirúrgicos, que además no sean duraderos, como la toxina botulínica o los rellenos faciales, tratamientos estéticos que van en aumento.
En cuanto al rostro, las mujeres buscan un estilo Pampita, pero que sea natural. Con respecto al cuerpo, se buscan mayores volúmenes tanto en el escote como en la zona de glúteos. En esos casos, el referente es Pamela David.
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Cuidado con algunos deseos
Querer operarse para parecerse a alguien famoso está bien, pero hay que tener cuidado. Detrás de algunas solicitudes se esconde un trastorno emocional que debe ser tratado con un especialista en salud mental. El problema surge cuando esa persona no tiene suficiente, nunca se ve bien, y su obsesión por simular ser otra persona es tal que requiere un tratamiento psicológico y no tanto estético.
Hay que pensar que está bien retocarse aquello que nos desagrada y tomar como referentes a personas famosas que nos gustan, pero de ahí a convertirnos en ellas hay un mundo.
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